AFP
La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) empezó este martes en Pekín su asamblea general que tratará a puerta cerrada de cuestiones como el terrorismo, el crimen organizado y la cibercriminalidad.
En la asamblea participan unos mil responsables policiales y políticos de los 190 países que integran la organización.
La asamblea debe discutir también sobre la candidatura de la Autoridad Palestina, que aspira a ingresar a la Interpol a pesar de la oposición del gobierno de Israel.
La Autoridad Palestina, que lleva adelante una estrategia de reconocimiento por las instituciones internacionales, dispone de un estatuto de observador en la ONU desde 2012 y desde entonces fue admitida en la Corte Penal Internacional y la Unesco.
Para integrar la Interpol, los palestinos necesitan obtener una mayoría de dos tercios, un objetivo que no alcanzó en la asamblea de 2016, celebrada en la isla de Bali, en Indonesia.
Por otra parte, la elección en 2016 del viceministro chino de Seguridad, Meng Hongwei, a la presidencia de Interpol dio lugar a críticas de organizaciones de defensa de los derechos humanos.
El disidente chino Wei Jingcheng, exiliado en Estados Unidos desde 1997, dijo que temía que Pekín utilice la Interpol para "repatriar a opositores políticos".
"En tanto que número dos de la policía china" conocida "por la práctica de la tortura y el hostigamiento de los militantes, tememos que Meng no esté en condiciones de asumir su responsabilidad de defensa de la constitución de la Interpol", declaró a la AFP Maya Wang, de la organización Human Rights Watch.
Ese temor "no tiene fundamento", declaró hace unos día el portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores Lu Kang.
Por su lado, Interpol rechaza las acusaciones de parcialidad y recuerda el artículo 3 de su estatuto que estipula que "está rigurosamente prohibida a la organización toda actividad o intervención en cuestiones o asuntos de carácter político, militar, religioso o racial".