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Colombia y el ELN: “Camilo Torres haría la paz ya”

Colombia y el ELN: “Camilo Torres haría la paz ya”
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La paz con las FARC sube la presión sobre ELN, que se ha maniobrado a una calle ciega. Cuba avanzó, pero su alumno se quedó. La única salida: negociar su disolución y rescatar algo del legado humanista del Cura Torres.

"Camilo Torres, el mítico guerrillero del ELN, hubiera hecho hoy, sin duda, la paz”, dice a DW Juan Camilo Biermann, historiador e investigador del Centro Camilo Torres de la Universidad Nacional de Colombia. "Como civil, Camilo Torres siempre planteó que la violencia era el último recurso. A pesar de que se le cerraran todas las puertas de participación civil, como la expulsión de la Universidad Nacional, la prohibición de ejercer labores políticas desde la Iglesia católica, por orden expresa de Monseñor Concha Córdoba, él siempre dejó en claro que las armas no eran la vía para la lograr la participación política popular”, agrega Biermann. Aún así, Camilo Torres empuño un fusil y fue dado de baja en su primer combate.

Pero si Camilo Torres viviera, hubiera ido con el tiempo y la historia, asimilando la Caída del Muro de Berlín y asumiendo las consecuencias del evidente fracaso de la la lucha armada, que solo demostró generar más tragedia, de esto está convencido este historiador colombiano: "Así, mientras Cuba, el maestro del ELN ha dado pasos hacia adelante, el alumno ELN se quedó sentado repitiendo la misma frase”. Mientras Cuba se "actualiza”, el ELN se quedó "enfrascado”.

Gracias además, a que las FARC ya firmaron un Acuerdo de Paz, listo para refrendarse por votación popular, la presión sobre el ELN crece fuertemente. "Toda vez que si el ELN se sigue rehusando a entregar las armas, todas las fuerzas del Estado se concentrarán en su combate y exmiembros de FARC podrían apoyar al Ejército en esta lucha”, apunta el historiador Biermann.

El ELN, una contraparte "más difícil que las FARC”

Pero las cosas podrían cambiar rápidamente. "Si el ELN libera a los secuestrados (unas 8 personas) la semana entrante se podría abrir la fase pública" de los diálogos con el grupo”, anunció este 28 de septiembre el presidente de Colombia. Según Santos, "ya hay consenso sobre la mitad de agenda de negociación con el ELN”.

Esta sí sería una senda definitiva a la pacificación de Colombia. Pero las negociaciones con el ELN serán mucho más difíciles que con las FARC, temen expertos. Nicolás Bautista, alias "Gabino”, y actual jefe del ELN, prácticamente nació y creció con su familia en las filas de esta guerrilla que hoy aún ondea las banderas de Fidel Castro, cuando este ya hace rato goza de merecido retiro.

"Mientras las FARC son (¿eran?) una organización militar vertical, el ELN se compone de diferentes frentes, cuyos jefes no siempre comparten las mismas metas. Muchos se quedaron con la ideología de los años 60”, advierte Juan Camilo Biermann, agregando que "el ELN no tiene ‘intelectuales orgánicos' de los que se pueda esperar fórmulas practicables a la Colombia de hoy”.

Pero a falta de intelectuales, como en las FARC, "el ELN podría apelar a su tradicional vínculo con la Iglesia católica”, cree Biermann, experto en participación política juvenil desde lo artístico.

La paz no un regalo, es un derecho

La Iglesia alemana ha sido, en efecto, muy cercana al sentimiento de justicia social del "Cura Torres”. Justamente, su intento de mediar un acuerdo con el ELN quedó en la historia de Colombia como uno de los más loables, pero también más frustrantes. El "Acuerdo de Puerta del Cielo de 1997, que nunca llegó a implementarse, se negoció en Mainz y Würzburg y fue respaldado por las Conferencias Episcopales de Alemania y Colombia, con la mediación del obispo alemán Emil Stehle.

El Acuerdo de Puerta del Cielo revelaba que era "inminente la humanización de la guerra y el fin de la voladura de oleoductos, que los menores de edad y los mayores de 65 años no serían más víctimas del secuestro y que se haría una convención nacional para buscar soluciones por la vía pacífica a los problemas del país”.

¿Por qué fracasó? El político colombiano Andrés Pastrana, en campaña por la presidencia (1998-2012), y quien fracasara estrepitosamente en hacer la paz con las FARC en El Caguán, denunció los esfuerzos de paz en Alemania como "interferencia para ayudar a su contendor liberal”. Así, esta queja partidista dio al traste con otro propósito de paz. El hoy expresidente Pastrana es el mismo que ahora se ha unido a su acérrimo contendor Álvaro Uribe para oponerse al Acuerdo de Paz con las FARC.

Colombia ha tenido que librar guerras contra las guerrillas, pero la lucha contra los enemigos de la paz en las ciudades también desgasta, amén de dejar aumentar las víctimas, cuando sería tan fácil tomarse a pecho la Constitución Colombiana, cuyo Artículo 22 reza: "La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento”.  

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