Un centenar de migrantes abandonaron este lunes el campamento de refugiados de Idomeni, en el norte de Grecia, para intentar cruzar de forma ilegal la frontera con Macedonia, que se encuentra cerrada.
Luego de recorrer ocho kilómetros a pie, algunos cruzaron el río Crna Reka del lado griego de la frontera para llegar a la otra orilla, que está sólo a unos 500 metros de la frontera con Macedonia. En ese lugar, cerca de la localidad griega de Chamilo, parece no haber ya una valla fronteriza que les impida el paso para continuar su camino hacia el centro y norte de Europa. Macedonia construyó una valla fronteriza en los últimos meses.
Plan sin sentido
La mayoría de los migrantes procedían de Siria, Irak y Afganistán. Al cruzar el río, hombres jóvenes ayudaron a los más débiles para que no fueran arrastrados por la corriente. Después llegaron policías griegos y les dijeron que su plan no tenía sentido pues del lado macedonio ya estaban siendo esperados y serían repelidos de nuevo a Grecia.
La guardia de asalto griega intentó frenar su marcha, pero al final los dejó pasar y no hizo uso de violencia. En el campamento improvisado de Idomeni, en la frontera de Grecia y Macedonia, la situación es dramática: tras fuertes lluvias está totalmente enlodado y decenas de personas, entre ellas muchos niños, sufren problemas respiratorios, informó la televisión estatal griega.
CT (dpa, Reuters)