La bandera estadounidense fue arriada este lunes (27.07.2020) por la mañana en el consulado de Estados Unidos en Chengdu, tres días después de que China anunciara su cierre, según imágenes difundidas por la televisión de ese país. Seguidamente las autoriades de China tomaron posesión del edificio.
El gobierno chino ordenó el viernes el cierre de la representación diplomática en represalia por una medida similar tomada por el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump contra el consulado chino en Houston, en un contexto de acusaciones de espionaje mutuas.
"Esta mañana a las 06H18 (22H18 GMT del domingo), el consulado de Estados Unidos en Chengdu bajó la bandera estadounidense", anunció la cadena pública CCTV, mostrando la imagen de cómo era arriada lentamente a lo largo del mástil en el interior del complejo diplomático.
A diferencia de los días anteriores, las fuerzas de seguridad impidieron a los periodistas extranjeros acercarse al edificio. Pekín no precisó el viernes en qué plazo el consulado debía cerrar sus puertas. Estados Unidos dio tres días a los chinos para evacuar el suyo en Houston.
Tensión diplomática
Desde el viernes, los periodistas han visto a los empleados del consulado de Chengdu sacar bolsas de basura y un autobús salir de las instalaciones hacia un destino desconocido.
En Houston, agentes estadounidenses entraron en el edificio el viernes después de abrir la puerta con herramientas. Pekín ha protestado contra esta intrusión.
El edificio es "una propiedad nacional de China", recalcó el sábado el ministerio de Relaciones Exteriores chino en un comunicado, refiriéndose al derecho internacional. "Se dará una respuesta adecuada y necesaria a esto", advirtió.
En un contexto de creciente tensión diplomática sobre el coronavirus y Hong Kong, Washington justificó su decisión afirmando que el consulado chino en Houston era "un centro para el espionaje y el robo de propiedad intelectual".
"Algunos empleados del consulado de Estados Unidos en Chengdu han realizado actividades que van más allá de sus funciones, se han inmiscuido en los asuntos internos de China y han puesto en peligro la seguridad y los intereses chinos", acusó por su parte Pekín.
