El saldo de muertos por el COVID-19 en China ha aumentado considerablemente este viernes, cuando el ayuntamiento de Wuhan, donde apareció el coronavirus a finales de 2019, revisó las cifras al alza, con 1.290 muertos adicionales.
Este nuevo recuento eleva el número de muertos registrados en el país más poblado del mundo a 4.632.
En un comunicado difundido en las redes sociales, la ciudad de 11 millones de habitantes, que fue puesta en cuarentena desde finales de enero, explica que en el apogeo de la epidemia, algunos pacientes murieron en casa porque no podían ser atendidos en hospitales.
Por eso -dicen- no fueron contabilizados en las estadísticas oficiales, que sólo tienen en cuenta a los fallecidos en los hospitales.
Estas nuevas estadísticas suben un 50% el balance en Wuhan, que queda en 3.869 muertos.
El total de contagios en Wuhan también se ha revisado al alza (+325) hasta 50.333 casos en la ciudad, situada en el centro del país. Para China en su conjunto se superan los 80.000.
Pekín afirma haber frenado la epidemia pero, en el extranjero, muchas voces ponen en duda el saldo oficial publicado por las autoridades chinas.
El presidente francés Emmanuel Macron estimó este jueves que había zonas grises en la gestión de la epidemia por parte de China, declarando al Financial Times que había "claramente cosas que han sucedido que no sabemos".