Una década después de haber entregado el poder a un gobierno civil, el ejército de Myanmar (ex Birmania) anunció este lunes que había tomado nuevamente las riendas del país luego del golpe de Estado realizado en las inmediaciones del Parlamento.
Luego de tomar el poder, las Fuerzas Armadas decretaron un año de Estado de Emergencia.
Este golpe a la democracia generó un rechazo amplio por parte de distintas naciones, teniendo a la ONU como principal agente de diálogo para retomar la democracia en el país afectado, puesto que condenaron el accionar violento del Ejército.
Por eso es que el canciller chileno, Andrés Allamand, indicó que "Chile expresa su honda preocupación por la crisis política en Myanmar, hace un llamado urgente a recuperar la normalidad constitucional por la vía del diálogo, del respeto de los derechos humanos, de la democracia, el estado de derecho y las libertades fundamentales".
Además el ministro publicó el comunicado oficial de la Cancilerría donde expresan su apoyo a la postura de la ONU ante este caso, ya que centraron su preocupación por la detención de los políticos que lideraban el gobierno de Myanmar.