AFP
El oficialismo venezolano realizará a partir del martes una serie de movilizaciones, como contrapartida de la marcha que planea la oposición para el jueves hacia el palacio presidencial de Miraflores, informaron dirigentes chavistas.
Los seguidores del presidente Nicolás Maduro marcharán este martes hacia la casa de gobierno (centro de Caracas), donde el miércoles también manifestarán jóvenes militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), dijo el jefe del bloque parlamentario de esta colectividad, Héctor Rodríguez.
En tanto, el jueves habrá una movilización nacional del chavismo hacia la Avenida Bolívar (oeste de la ciudad), que en principio coincidirá con la marcha que proyecta la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) hacia Miraflores.
"Se trata de defender la paz", señaló Rodríguez en rueda de prensa, mientras Elías Jaua, delegado del gobierno para el diálogo con la MUD iniciado el domingo, indicó que la actividad de la oposición no está autorizada.
"Tiene un impacto y constituye una amenaza para la paz de Venezuela", declaró Jaua en una entrevista televisiva, y añadió que los organismos de seguridad "no pueden permitir que una marcha opositora entre en conflicto con las bases sociales del chavismo".
El representante del gobierno en la mesa de conversaciones aseguró que la medida busca evitar que se repitan sucesos como los del 11 de abril de 2002, cuando una movilización opositora hacia Miraflores derivó en acciones violentas que dejaron 19 muertos y el presidente Hugo Chávez sufrió un golpe de Estado que lo sacó del poder tres días.
Debido a esos hechos, Miraflores y sus cercanías constituyen una "zona de seguridad", según Jaua.
Este lunes el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, manifestó a periodistas que pese al diálogo la oposición mantendrá su "agenda de calle" contra el gobierno, aunque planteó la posibilidad de que la marcha del jueves sea reformulada.
Las conversaciones emprendidas el domingo a instancias del Vaticano y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) pretenden resolver una crisis política agravada con la decisión del poder electoral que suspendió el proceso para un referendo revocatorio que impulsaba la oposición contra Maduro.