Cepal: Seis millones de latinoamericanos caerán en la pobreza extrema en 2019
Seis millones de latinoamericanos caerán este año en la vulnerabilidad y exclusión de la pobreza extrema al continuar una tendencia que se agudizó en los últimos años, estimó este jueves la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En una región de unos 620 millones de habitantes, en 2019 habría 27 millones más de pobres que en 2014 y 26 millones se encontrarían en situación de pobreza extrema, dice el informe de esa entidad con sede en Santiago.
"Es la peor situación de exclusión, vulnerabilidad y carencia", dijo en rueda de prensa Lais Abramo, directora de desarrollo social de la Cepal. Eso significa, añadió, que hay más personas en cuyos hogares el ingreso per cápita no alcanza para comprar una canasta básica de alimentación.
"Es una situación de extrema vulnerabilidad, las personas pueden pasar de una situación a otra en el caso de que pierda el empleo, enfrenten una enfermedad catastrófica o hay un desastre", agregó Abramo.
El débil desempeño de las economías regionales, que este año crecerían apenas 0,1%, carencia de programas efectivos de asistencia social y empleos precarios explican esta situación que América Latina demorará años en revertir.
"La preocupación central es que hacia el 2019, la perspectiva no es muy positiva, por eso ponemos la señal de alerta de lo que se tiene que hacer hoy para evitar que esta pobreza se agudice, como aumentar las pensiones básicas", dijo por su parte Alicia Barcena, secretaria ejecutiva de Cepal.
Lenta reducción de la desigualdad
De acuerdo al informe, en 2019 el número de pobres aumentaría a 191 millones, de los cuales 72 millones estarían en la pobreza extrema. La cantidad de pobres es seis millones mayor que la de 185 millones reportada en 2018.
Y de esa evolución, destaca "que prácticamente todas las personas que se suman este año a la estadística de la pobreza se integran directamente a la pobreza extrema", agrega el reporte.
Con ese indicador, la tasa de pobreza aumentarían a 30,8% de la población de América Latina en 2019, lo que equivale a un aumento de 0,7% respecto al 30,1% de 2018.
La pobreza extrema, en tanto, se situaría en 2019 en el 11,5%, con un alza de 0,8% respecto al 10,7% del año previo.
La pobreza extrema "afecta mayormente a niños, niñas y adolescentes, mujeres, personas indígenas y afrodescendientes, a los residentes en zonas rurales y a quienes están desempleados", afirma el reporte de la Cepal.
La organización destaca que el alza de 2,3 puntos porcentuales de la pobreza entre 2014 y 2018 en el promedio regional "se explica básicamente por el incremento registrado en Brasil y Venezuela".
En el resto de los países la tendencia dominante en ese período "fue hacia una disminución, debido, principalmente, a un aumento de los ingresos laborales en los hogares de menores recursos, pero también a transferencias públicas de los sistemas de protección social, y privadas, como las remesas en algunos países", agrega la institución.
La organización reportó, además, una "lenta reducción de la desigualdad de ingresos" en la región.
"América Latina es tristemente conocida como la región más desigual del mundo. La desigualdad de ingresos es una de las expresiones más evidentes de esa desigualdad y es un obstáculo al desarrollo y a la garantía de los derechos y del bienestar de las personas, además de un factor que inhibe la innovación, el aumento de la productividad y el crecimiento económico", dijo la Cepal.
Si bien entre 2002 y 2014 la desigualdad de ingresos disminuyó de manera significativa, a partir de 2015 esa tendencia se "ralentizó", debido a los mismos factores que explican la evolución de la pobreza extrema y la pobreza.
Medida por el índice de Gini en un promedio de 15 países de América Latina, la desigualdad por ingreso se redujo de 0,538 en 2002 a 0,477 en 2014 y a 0,469 en 2017, y luego llegó a 0,465 en 2018, disminuyendo un 13,6% en 16 años, a una tasa de 0,9% por año.
Pero el ritmo de reducción ha decaído: la variación promedio entre 2002 y 2014 fue de 1% anual, mientras que entre 2014 y 2018 fue de 0,6%, con grandes diferencias entre los países.