Centro de tortura argentino, a un paso de entrar en el Patrimonio Mundial de la Unesco
El Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco se reunirá a partir del domingo en Riad, en una sesión marcada por el reconocimiento de sitios memoriales, como el centro de tortura argentino ESMA, y un llamado de emergencia sobre Ucrania y Venecia.
Mezquitas medievales, un tramo de la ruta de la Seda, el yacimiento arqueológico maya de Tak’alik Ab’aj en Guatemala,... Un total de 53 candidatos sabrán en las próximas dos semanas si integran la prestigiosa lista del Patrimonio Mundial.
Algunos del medio centenar de candidatos --un número importante ya que la sesión de 2022 prevista en Rusia no se celebró por su invasión de Ucrania-- son poco conocidos o menos que joyas del patrimonio como la Alhambra de Granada o la Gran Muralla china.
Símbolo de reconocimiento y esperanza de atracción económica a través del turismo, la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco reconoce actualmente más de mil sitios, entre ellos unos 900 culturales, más de 200 naturales y alrededor de 40 mixtos.
La edición de este año estará marcada por una posible fuerte entrada de sitios memoriales, poco representados hasta ahora: Ruanda propone cuatro vinculados al genocidio; Argentina, la antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA); Francia y Bélgica lugares de la Primera Guerra Mundial.
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"Preservar estos sitios para que la memoria colectiva se sostenga es muy importante. El mundo no puede retroceder y no puede volver a admitir que hechos como los que se vivieron en la ESMA puedan volver a suceder", defendió hace un año el presidente argentino Alberto Fernández desde Nueva York.
Entre 1976 y 1983, durante la última dictadura militar, la ESMA --hoy en día convertida en museo memorial-- funcionó como un centro clandestino de detención, tortura y exterminio, donde se torturó y se hizo desaparecer a más de 5.000 personas, según la candidatura argentina.
"Reconocimiento"
Las inscripciones aportan "un reconocimiento" a los países, ya que indican que sus sitios "son importantes y contribuyeron también al desarrollo de nuestra humanidad", afirma a AFP Lazare Eloundou, director del Patrimonio Mundial en la Unesco.
Guatemala nominó su parque arqueológico nacional Tak'alik Ab'aj, cuyo reconocimiento sería, según las autoridades, "significativo e importante para todos los guatemaltecos y pueblos originarios".
Camboya propuso por su parte Koh Ker, efímera capital jemer en el siglo X al norte del actual país y cuyos templos y santuarios están parcialmente cubiertos y ocultos por la vegetación de su espesa selva.
Dos islas mediterráneas podrían hacer su ingreso en la lista: Yerba, de la mano de Túnez que defiende su "paisaje cultural"; y Menorca, cuya cultura talayótica en la prehistoria, España quiere elevar a patrimonio de toda la humanidad.
Turquía busca el reconocimiento de sus mezquitas medievales, Francia defiende su famoso templo romano de Nimes, conocido como la "Maison Carrée", y Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán promueven conjuntamente el tramo de la ruta de la Seda en sus países.
Ucrania y Venecia
Sin embargo, el reconocimiento como Patrimonio Mundial no protege por completo los sitios. Cincuenta y cinco está considerados como "en peligro" y seis podrían sumarse a ellos durante la próxima reunión del Comité.
El más famoso de ellos Venecia, ya que la Serenísima --inscrita en 1987 junto a su laguna en la lista del Patrimonio Mundial-- está amenazada por la "subida del agua" y la masificación turística, apunta Eloundou.
La Unesco también quiere inscribir la catedral de Santa Sofía y edificios monásticos de Kiev, así como el centro histórico de la ciudad ucraniana de Leópolis (oeste), en su lista de patrimonio en peligro.
Tras la invasión rusa de Ucrania en 2022, "estos sitios están amenazados de destrucción. Hubo ataques en las zonas tampón de estos sitios y no sabemos qué pasará en el futuro", lamentó el director de Patrimonio Mundial.
Tras la opinión previa de los expertos, ahora corresponde a los miembros de la Unesco reunidos en el Comité del Patrimonio Mundial decidir si siguen las recomendaciones o si hacen esperar de nuevo a los candidatos en la antesala de la reputada lista.