Tom Hanks, Bruce Springsteen, Luis Fonsi, Katy Perry y el mismo presidente: un abanico de estrellas se dio cita en Washington el miércoles para celebrar la investidura de Joe Biden, en una velada sin público, difundido por los principales canales y cerrado con fuegos artificiales.
Transmitida de manera virtual y con muchos fragmentos grabados con antelación, la emisión "Celebrating America" (Celebrando a Estados Unidos) fue el reemplazo de los tradicionales bailes y conciertos multitudinarios que normalmente animan la capital estadounidense durante cada toma de posesión, este año cancelados por la pandemia del covid-19.
Bruce Springsteen abrió el programa de 90 minutos con su guitarra, en solitario, frente al escenario neoclásico del monumento dedicado a Abraham Lincoln.
El programa buscaba "homenajear a los hombres y mujeres de este país que mostraron fortaleza y siguieron adelante en medio de las dificultades", dijo el actor Tom Hanks, que fungía de animador.
Y así se presentaron, además de varias estrellas de la música, un chófer repartidor, una maestra o un joven de 8 años, Cavanaugh Bell.
Tanto Biden como su vicepresidenta Kamala Harris tuvieron intervenciones a los pies de la estatua de Lincoln.
Como lo había hecho al mediodía en su discurso inaugural, el jefe de Estado llamó a la "unidad" entre los estadounidenses.
En un mensaje grabado previamente, los tres expresidentes que habían asistido más temprano a la investidura de Biden rindieron un homenaje a la democracia estadounidense
"Como estadounidenses, hay más cosas que nos unen que aquello que nos separa", dijo Barack Obama, que estaba acompañado de Bill Clinton y George W. Bush.
"Es un nuevo comienzo", dijo Clinton. "Señor presidente, le deseo que tenga éxito", indicó Bush.
Las canciones elegidas portaban todas un mensaje positivo y esperanzador, como "Lovely Day", interpretada por Demi Lovato, o "Feeling Good", que hizo famosa Nina Simone y esta vez fue John Legend quien la cantó.
La velada acabó con "Firework" de Katy Perry, que la artista cantó mientras el cielo de Washington se encendía con fuegos artificiales.