Condenado por homicidio de Nicole Sessarego denuncia que fue abusado sexualmente por gendarmes
El argentino Lucas Azcona de 27 años, condenado a cadena perpetua por el crimen de la estudiante chilena Nicole Sessarego Bórquez el año 2014, declaró ser testigo de una golpiza que agentes del Servicio Penitenciario Federal le habrían dado a uno de sus compañeros después de pedir atención médica.
Se trata de Juan Pablo "Pata" Medina de 65 años, preso en el penal de Ezeiza desde septiembre de 2017, acusado de "asociación ilícita, extorsión y lavado de activos", que hace unas semanas hizo la denuncia por la golpiza.
"Los voy a denunciar a Derechos Humanos", le dijo a los guardias. La respuesta, según dijo a Clarín a través de su abogado, Jorge Borgo, llegó al día siguiente, pero no como lo esperaba. Se metieron en su celda, lo encandilaron con una linterna y lo violaron con un palo de escoba.
Luego de hacer la denuncia el fiscal a cargo ordenó allanar el pabellón C del penal Ezeiza, según confirma el diario argentino.
En el allanamiento, ocurrido a las 3 de la mañana del lunes 10 de diciembre, encontraron un palo de escoba y un calzoncillo, ambos ensangrentados.
Azcona, sin embargo, no quiso ser revisado por los médicos que puso a disposición la Procuración Penitenciaria de la Nación.
Tras la denuncia de Medina contra los penitenciarios, los guardias hicieron un contragolpe y lo acusaron de "atentado y resistencia a la autoridad".
En noviembre de 2016, Azcona fue condenado a cadena perpetua por el crimen de la joven chilena, asesinada a puñaladas el 15 de julio de 2014 en el barrio porteño de Almagro.
Los jueces del Tribunal Oral Criminal N° 15 lo consideraron culpable del delito de "homicidio doblemente agravado con alevosía y femicidio".
Sessarego Bórquez fue hallada asesinada el 15 de julio de 2014 por un joven que encontró su cadáver con las llaves en la mano, tendido en el hall principal del edificio ubicado en la calle Don Bosco, en Buenos Aires.
Luego de varios meses de investigación, se publicaron imágenes de las cámaras de seguridad que mostraban a un joven caminando detrás de la víctima.
La hermana de Azcona lo reconoció como el culpable y se lo comentó a su padre, Roberto, quien lo entregó a la Justicia. "Sé el error, lo que cometió. Tiene que pagar por lo que hizo", declaró el hombre.
Los resultados de la autopsia determinaron que la víctima recibió 11 puñaladas en el rostro y el torso, y que no tuvo tiempo a defenderse. Los análisis de ADN mostraron una coincidencia de un "99,99 por ciento entre la sangre encontrada en el lugar del hecho y la de Azcona".
Los peritos que evaluaron psicológicamente a Azcona concluyeron que el joven presenta "una relación conflictiva con la figura femenina" y que ubica a las mujeres en una posición "no válida o minusválida".