La noche del lunes, previo al día de la elección presidencial en Estados Unidos, comenzó a colocarse un muro de concreto alrededor de la Casa Blanca en resguardo por las posibles protestas que podrían surgir tras los primeros resultados de la votación.
Vallas y rejas también fueron colocadas en el perímetro de seguridad hacia la residencia del presidente. Pero además las tiendas, restaurantes, oficinas y hoteles en el centro de Washington, también han sido reguardadas.
Los comerciantes, según comentó Constanza Santa María en T13 AM, comenzaron a tapar con maderas sus ventanales y puertas, ante el temor a saqueos.
Por otro lado, la policía de Washington ha estado preparando a sus agentes durante más de un año, como lo hace antes de cada elección general. Se han asegurado de que estén preparados para manejar todo, desde disturbios civiles hasta control de multitudes y posibles interrupciones del tránsito metropolitano, dijo a CNN Patrick Burke, director ejecutivo de la Fundación de Policía de Washington.