AFP
El primer ministro británico, David Cameron, comparecerá este lunes en el Parlamento para presentar medidas contra la evasión fiscal en su enésimo intento por desvincularse de los papeles de Panamá.
Cameron tuvo hasta 2010 acciones en la empresa offshore que su padre Ian había creado en las Bahamas, y que aparece citada en los documentos del bufete panameño Mossack Fonseca.
Estos documentos, filtrados la semana pasada, revelan los nombres de miles de personalidades que presuntamente recurrieron a los servicios del gabinete para crear empresas offshore y evadir impuestos.
El primer ministro conservador optó primero por ignorar el asunto pero, a medida que crecía la indignación y se sucedían las revelaciones, fue saliendo al paso hasta publicar esta semana el resumen de sus declaraciones de renta desde 2010, una medida inédita en la política británica.
En 2014/15 el primer ministro pagó 76.000 libras (94.000 euros, 106.000 dólares) de impuestos sobre una renta de más de 200.000 libras (240.000 euros, 271.000 dólares).
En los últimos seis años, pagó 400.000 libras (567.000 dólares) de impuestos por unos ingresos de más de 1 millón de libras (1,4 millones de dólares).
Sus ingresos vinieron de su sueldo como primer ministro, el de líder conservador, el alquiler de una propiedad en Londres, y las ventas de un libro de entrevistas.
Cameron entonó el mea culpa por la manera en que gestionó un asunto, aunque no hay indicios de que haya cometido ningún delito.
"Sé que debería haber gestionado mejor este asunto" admitió el sábado, justo cuando tenía a cientos de personas reclamando su dimisión frente a Downing Street.
"No ha sido una gran semana", resumió Cameron sobre un asunto que le ha hecho muy impopular y que podría afectar a la gran causa que tenía entre manos, la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea en el referéndum del 23 de junio.
Todas las miradas puestas en Osborne
La publicación de las cuentas del primer ministro ha dado pie a que se reclamen más datos. Cameron responderá por primera vez en el Parlamento a las suspicacias.
"Tenemos que saber qué beneficios él o su fondo hicieron antes de 2010", dijo el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, en una entrevista con la BBC.
La jefa del gobierno escocés, la nacionalista Nicola Sturgeon, siguió el ejemplo de Cameron y publicó a continuación sus cuentas, y Corbyn prometió hacer lo mismo en breve, pero ya avanzó que no habrá sorpresas.
Todas las miradas se han puesto ahora en el ministro de Finanzas George Osborne, el hombre de los recortes sociales, otro miembro de una estirpe adinerada al que se le reclama que publique sus cuentas.
"¿Dónde está el ministro de Finanzas George Osborne? ¿Ha hecho una declaración asegurando que nunca se beneficio de fondos de inversión en paraísos fiscales?", dijo a Sky News el líder de los nacionalistas escoceses (SNP), Angus Robertson.
Una fuente del ministerio respondió asegurando que Osborne "nunca tuvo acciones, ni otros intereses, en paraísos fiscales".
"Sus ingresos y rentas son transparentes y declarados públicamente: su salario, sus ingresos por el alquiler de una propiedad en Londres, y su participación en la firma de su padre, Osborne and Little", añadió, expresando la disposición del ministro "a evaluar los medios para ofrecer más transparencia aún".