Poco a poco se van conociendo más detalles de los ataques ocurridos este viernes en París, la capital de Francia, que dejaron más de 120 muertos y decenas de heridos.
El presidente francés, François Hollande, declaró estado de emergencia tras los atentados, que ocurrieron en diversas localizaciones y que fueron llevados a cabo por un número indeterminado de personas que portaban armas de fuego y cinturones de explosivos.
La mayor parte de víctimas -alrededor de 80- se registraron en la sala Le Bataclan, un teatro situado en el distrito XI parisino, en el margen derecho del Sena, y donde en la noche del viernes actuaba la banda estadounidense Eagles of Death Metal, que presentaba su cuarto álbum.
Según medios franceses, el histórico local parisino, con capacidad para unas 1.500 personas, estaba a rebosar cuando poco después de las 21.30 hora local cuatro atacantes irrumpieron en el mismo armados y empezaron a disparar.
Pánico en la sala
"Todavía estoy en el Bataclan. Primera planta. Herido grave. Que lancen pronto el asalto. Hay supervivientes en el interior. Matan a todo el mundo. Uno por uno. Primera planta, rápido".
Así pedía ayuda a través de Twitter una de las personas escondidas en la sala mientras duraba el ataque.
El horror en el interior de Bataclan es algo que se repite en todos los testimonios de las personas que lograron escapar del local.
Uno de los asistentes al concierto relató a la cadena estadounidense CNN que los atacantes, que iban vestidos de negro y con la cara al descubierto, estuvieron disparando durante diez minutos.
Según este testimonio, algunos de los espectadores lograron escapar de la sala aprovechando que los atacantes recargaban sus armas.
Otros se escondieron en el piso superior de la sala, pidiendo ayuda a través de sus teléfonos celulares.
En un principio, minutos después de que comenzara la actuación de la banda californiana formada por los amigos Jesse Hughes y Josh Homme, el público confundió el sonido de los disparos con elementos pirotécnicos que formaban parte del espectáculo.
Pero según le contó la emisora Europe 1 el periodista Julien Pearce, presente en la sala, pronto quedó patente que aquello no era parte del show.
"Me di la vuelta y vi a uno de los atacantes, muy joven de apenas 20 años, con una pequeña barba", relató Pearce.
"Al principio creímos que era parte del espectáculo, algo de pirotecnia, pero cuando me di la vuelta y lo vi con su rifle de asalto me di cuenta de que no era una broma".
Pearce logró retirarse por un lateral del escenario y escapar. Pero otros no tuvieron tanta suerte
"Caían como piezas de dominó", le dijo a la agencia Reuters un chico de 22 años que se identificó como Toon.
"Uno de los atacantes tenía un gran sombrero. Estaban vestidos de negro", contó Toon, quien consiguió huir corriendo.
Asalto policial
El diario francés Le Monde asegura que los autores del ataque se atrincheraron durante cerca de tres horas en el local, manteniendo como rehenes a decenas de personas, mientras las fuerzas de seguridad planeaban su entrada en la sala.
Antes del asalto, se escucharon varias explosiones y ráfagas de disparos.
Según Le Monde, tres de los atacantes hicieron explotar los cinturones explosivos que llevaban puestos y el cuarto murió por los disparos de la policía.
Minutos después de que acabara la operación policial, el presidente François Hollande acudió a la sala junto al primer ministro, Manuel Valls, y los ministros de Interior, Bernard Cazeneuve, y Justicia, Christiane Taubir.
Testigos presenciales calificaron de "carnicería" lo ocurrido en el interior de la emblemática sala Bataclan, que abrió sus puertas en 1864 y que a partir de ahora será recordada por los trágicos eventos de este viernes 13 de noviembre.