Un café de Tokio, en Japón, encontró la fórmula para mantener ocupados a sus clientes. Se llama The Manuscript Writing Café y está pensado especialmente en aquellos que tengan que realizar tareas con plazos.
Pero ojo que no se trata de otro café temático, como muchos en el país asiático. En este local la regla es que a los clientes no los dejan salir hasta que terminan sus labores (o hasta la hora de cierre). Por eso ya se le conoce en el mundo como el café anti-procrastination, o, en buen chileno, “anti sacadores de vuelta”.
“El Manuscript Cafe solo permite la entrada a personas que tienen una fecha límite para escribir. Es para mantener un nivel de concentración y una atmósfera tensa en el café. Gracias por su comprensión”, expone el local, decorado en su interior como un simple bar.
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Las principales reglas son:
- Al ingresar, anotar en la recepción cuánto y hasta qué hora se tiene para escribir.
- El gerente preguntará cada hora cómo van los avances.
- No se permite la salida hasta que se haya terminado de trabajar.
Los clientes escriben frenéticamente en sus computadores, animados por la sensación colectiva de tensión por la fecha límite.
Destacar, además, que los clientes pueden escoger la rigurosidad con la que el personal verifica su progreso. Por ejemplo, un nivel “S” hace que lo apresuren con bastante intensidad, mientras que en un nivel “M” lo hacen más suavemente.