"La inmigración no debe ser tratada como una cuestión global, sino de acuerdo con la realidad y la soberanía de cada país". Así lo afirmó el futuro canciller de Brasil, Ernesto Araujo.
De acuerdo al futuro titular de Relaciones Exteriores de Jair Bolsonaro -quien asume el cargo el 1 de enero- el documento firmado por más de 160 países en Marrakech, Marruecos, resulta "inadecuado" para enfrentar el tema, por lo que lo dejarán, consigna Folha.
Una declaración que se suma a la expresada por Estados Unidos, Israel y Chile, entre otros.
"La inmigración es bienvenida, pero no debe ser indiscriminada. Hay que tener criterios para garantizar la seguridad tanto de los migrantes y ciudadanos en el país de destino", remarcó.
En cuanto a la situación de Venezuela, donde miles de migrantes han intentado ingresar a Brasil a través del estado de Roraima, Araujo afirmó que "lo fundamental es trabajar por la restauración de la democracia en Venezuela".
El pasado viernes, el actual presidente de Brasil, Michel Temer, anunció la intervención federal del estado de fronterizo con Venezuela, en débil situación financiera y de seguridad por una aguda crisis en el sistema penitenciario y la multiplicación del flujo de inmigrantes que llegan desde hace meses del país vecino.
En los últimos tres años, más de 100.000 venezolanos han entrado en el gigante sudamericano, y sólo Roraima ha recibido 75.500 solicitudes de regularización desde 2015, consignó AFP.