Galvao Engenharia, una de las mayores ingenierías de Brasil y una de las empresas investigadas en el caso de corrupción de Petrobras, pidió protección judicial contra la bancarrota debido al incumplimiento de pagos por parte de la petrolera estatal.
Galvao alega que Petrobras le debe más de US$ 150 millones por servicios y trabajos ya realizados.
La compañía está acusada de formar parte de un grupo de empresas que pagaba sobornos a directivos de Petrobras y políticos a cambio de contratos en la empresa.
Además de las empresas, en el "caso Petrobras” la justicia habilitó investigaciones contra 47 políticos por presuntas vinculaciones a los sobornos pagados por firmas constructoras para obtener contratos con la petrolera estatal.
La lista de indagados incluye a varios aliados clave del gobierno, como los presidentes de ambas cámaras del Congreso, así como exministros de Rousseff y miembros del gobernante Partido de los Trabajadores (PT).
La Procuraduría descartó investigar a la propia presidenta, que encabezó el consejo de administración de Petrobras mientras ocurrían los supuestos sobornos. Algunos delatores sostienen que parte del dinero financió la campaña electoral de Rousseff en 2010.