AFP
Al menos cuatro presos fueron asesinados en otra cárcel de Manaos, en el norte de Brasil, durante la madrugada del domingo elevando a casi un centener el número de muertos en esta semana sangrienta en las prisiones del país, informó la prensa local.
El enfrentamiento, en el que la mayoría de víctimas fueron decapitadas, ocurrió en el presidio Desembargador Raimundo Vidal Pessoa, en el centro de la capital de Amazonas, según explicó el secretario de Administración Penitenciaria del estado, Pedro Florencio, a la red Globo.
El penal, clausurado en octubre por sus malas condiciones, había sido reabierto de urgencia el lunes para acomodar a casi 300 reclusos procedentes de otros tres presidios de Manaos.
Las autoridades locales pretendían así separar a presos de las dos facciones implicadas en la masacre del pasado domingo, en la que 56 internos fueron brutalmente asesinados en el complejo penitenciario Anisio Jobim (Compaj). En la tarde del lunes, otros cuatro fueron encontrados en otra unidad del mismo recinto.
Amontonados en la enfermería y la capilla, las pésimas condiciones de la prisión a la que fueron transferidos derivó en un tumulto de los internos el viernes, que se manifestaron exigiendo mejoras. La protesta se dispersó sin víctimas a cambio de la promesa de que serán redistribuidos en cuanto se terminen las obras, según el sitio de información G1.
El mismo viernes, en el también norteño estado de Roraima, otra matanza dejó 33 reclusos muertos agravando la crisis del sistema penitenciario brasileño, carcomido por la superpoblación y el dominio de las bandas.