Brasil reabrió este miércoles sus fronteras a los visitantes extranjeros que lleguen por avión, con la esperanza de reflotar su devastada industria turística, pese a la propagación del coronavirus en el país, según un decreto publicado en la gaceta oficial.
El decreto extiende por otros 30 días las prohibiciones para el ingreso de extranjeros vía terrestre o marítima, pero afirma que la restricción fronteriza "ya no prohibirá la llegada de extranjeros por aire".
Los turistas de todos los países pueden viajar a Brasil siempre que tengan seguro de salud durante la duración de su viaje, dijo el gobierno en un decreto que no explicaba los fundamentos de la decisión.
Brasil, el país más afectado por COVID-19 después de Estados Unidos, informó este miércoles un número récord de nuevas muertes y casos confirmados.
El país está reabriendo sus fronteras aéreas más rápido que otros países de la región con brotes menos severos, como Colombia, Argentina, Panamá y Perú, que permanecen cerrados a los vuelos comerciales internacionales.
Reuters informó ayer sobre la intención del gobierno de permitir el transporte aéreo internacional.
Si bien los turistas ahora pueden visitar Brasil, muchos países no han tomado medidas recíprocas debido a la gravedad del brote. Estados Unidos y la Unión Europea, por ejemplo, están abiertos a viajes internacionales pero no permiten turistas de Brasil.