Bolivia denunció este viernes que diplomáticos españoles, junto a su personal de seguridad encapuchado y al parecer armado, intentaron ingresar a la embajada de México, donde se asilan una decena de funcionarios del antiguo gobierno de Evo Morales, e indaga si ello fue parte de un plan de fuga.
"Personas que fueron identificadas como funcionarios de la embajada de España en Bolivia, acompañados por encapuchados, intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestina a la residencia diplomática de México en La Paz", reveló en rueda de prensa la canciller boliviana Karen Longaric.
En la legación mexicana se asilan exfuncionarios del gobierno de Morales, quien dimitió el 10 de noviembre tras violentas protestas opositoras que denunciaron un fraude en las elecciones generales de octubre que lo dieron como ganador para un cuarto gobierno de cinco años, hasta 2025.
Entre los asilados figuran los exministros de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y de Cultura, Wilma Alanoca, sobre quienes pesan órdenes de aprehensión de la fiscalía por los cargos de "sedición y terrorismo".
También se asilan el exministro de Defensa Javier Zavaleta, el exgobernador de la región de Oruro Víctor Hugo Vásquez, bajo investigación fiscal. El gobierno de la derechista Jeanine Áñez les negó salvoconductos.
El Ministerio Público tiene una causa abierta contra el propio Morales, quien se refugió en México tras dimitir y se refugia en Argentina desde el 12 de este mes.
A todos ellos se les acusa de haber fomentado la violencia social que concluyó con 36 muertos, según balance de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
- "Potencial amenaza" -
La canciller Longaric precisó que el cuerpo de seguridad policial en las afueras de la embajada mexicana "frenó el ingreso de los vehículos (diplomáticos españoles) a las instalaciones, toda vez que la presencia de encapuchados representa una potencial amenaza" para la sede mexicana.
Empero, insistió que esas personas "no tiene autorización para portar armas de fuego, ni usar atuendos que oculten su identidad", porque "estos actos contravienen las prácticas diplomáticas".
El comandante local de la Policía, Julio Cordero, informó por su lado que personal de inteligencia "los interceptó, se quiso recabar sus datos, se pusieron agresivos y escaparon del lugar".
Imágenes difundidas en redes sociales muestran a dos automóviles con placa diplomática, saliendo del lugar a velocidad y a vecinos del barrio protestando por la presencia española y golpeando con las manos los dos automotores.
La presencia permanente de uniformados afuera de la embajada mexicana motivó esta semana la protesta reiterada del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que denunció "hostigamento y amedrentamiento". Incluso adelantó que demandará a La Paz ante la ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
México expresó varias veces su temor de que el gobierno boliviano ingrese por la fuerza a su embajada para detener a los antiguos funcionarios de Morales.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard afirmó el jueves que "estamos estableciendo conexión con toda la comunidad porque ni en los peores momentos de los golpes militares de los 70 y 80 (en América Latina) se puso en riesgo la integridad de las instalaciones".
- ¿Plan de fuga? -
Consultada sobre si había un plan diseñado por españoles y mexicanos para la fuga de los exfuncionarios, Longaric respondió que se está evaluando lo sucedido, pues -dijo- es extraña la presencia de diplomáticos y encapuchados ibéricos.
"Estamos en un proceso de análisis" afirmó y subrayó que Bolivia no permitirá que se vulnere su soberanía. "Sabremos dar la respuesta que corresponde en un caso de tamaña ofensa a la soberanía de Bolivia", remachó.
Las relaciones boliviano-mexicanas están deterioradas desde que México asiló a Morales, mientras La Paz reclamó que se prohibiera realizar labores políticas públicas, objeciones que ha reiterado ante Argentina, donde el exmandatario mantiene su actividad política.