La provincia china de Hubei, epicentro de la epidemia de COVID-19, registró 242 nuevas víctimas fatales en apenas la última jornada, y con eso elevó a más de 1.350 el número de personas muertas en el país, informaron el jueves autoridades locales.
En un nuevo balance, las autoridades sanitarias chinas también confirmaron 14.840 nuevos casos de contagio en Hubei, donde la epidemia fue identificada en diciembre. Así, el total de casos de contagio ya aproximaría de los 60.000.
El enorme salto en el número de contagios se produce después que las autoridades locales anunciaron que estaban cambiando la forma en que diagnostican los casos de COVID-19.
En un comunicado, la comisión de salud de Hubei dijo que ahora incluiría en su conteo oficial casos que fueron "diagnosticados clínicamente".
Esto significa que las imágenes de pulmón en casos sospechosos pueden considerarse suficientes para diagnosticar el virus, en lugar de las pruebas estándar de ácido nucleico.
De acuerdo con la comisión de salud de Hubei, el cambio significa que los pacientes podrían recibir tratamiento "lo antes posible" y ser "consistentes" con la clasificación utilizada en otras provincias.
La entidad añadió que había hecho el cambio "a medida que nuestra comprensión de la neumonía causada por el nuevo coronavirus se profundiza, y a medida que acumulamos experiencia en diagnóstico y tratamiento".