Cuando era chica, Belén López Peiró pasaba las vacaciones de verano con sus tíos en el pueblo de Santa Lucía, una excolonia agrícola en el norte de la provincia de Buenos Aires, en Argentina, donde se había criado su madre.
Mientras sus padres, separados, trabajaban en la ciudad, ella se divertía con sus primas y amigas.
Pero detrás de esas aparentemente idílicas visitas se escondía una realidad aterradora: a partir de los 13 años, su tío -un policía que era marido de la hermana de su mamá- empezó a abusar de ella.
Sufrió violaciones durante tres años, hasta que un familiar se dio cuenta de la situación.
López Peiró escribió sobre esas desgarradoras experiencias en su primera novela: "Por qué volvías cada verano", publicada en 2018.
Y esta semana, anunció que, tras una batalla judicial de nueve años, su abusador finalmente fue condenado a 10 años de prisión.
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"Se acabó"
"Se acabó. Ya está. Terminó. C'est fini. Me liberé", contó la escritora de 30 años en una columna de opinión publicada el 3 de enero en el diario español El País.
"Después de nueve años y una denuncia. Declaraciones, pericias psicológicas, viajes de ida y vuelta a comisarías, fiscalías, tribunales de la nación. Un expediente: 500 páginas. Dos abogados. Una procuradora. Una comisión de justicia. Terapia por 15 años. ¡La mitad de mi vida! Mi familia entera partida en dos. Un pueblo encubriendo al abusador. Siete años de talleres de escritura. Dos libros publicados (...) Por fin. Por fin, el 19 de diciembre llegó la audiencia de juicio. Y cinco días después, la sentencia", escribió.
"Ahora lo digo bien, con todos los nombres que alguna vez no pude decir: Claudio Sarlo, excomisario de la provincia de Buenos Aires, tío político, padre de familia, abusó sexualmente de mí cuando era una niña", afirmó, detallando el delito que figura en la sentencia:
"Abuso sexual gravemente ultrajante agravado por resultar el autor encargado de la guarda y por haber sido cometido contra una menor de 18 años".
En declaraciones a BBC Mundo, López Peiró dijo que la condena le trajo "en primer lugar, sin duda que alivio", aunque contó que lo que la había aliviado incluso más que el fallo fue escribir la columna y "ubicar todas esas emociones en un lugar".
"Con la diferencia de que, cuando escribí "Por qué volvías cada verano" la palabra fluía, era una necesidad muy profunda. Era como una catarata arrasadora, pero lo dejaba fluir. En este caso la columna me costó cada palabra, como si de verdad fuera lo último que tenía para decir", reveló.
Allí contó que había decidido escribir sobre la sentencia con intención de "volver a la escritura para dar vuelta la página. Volver ahí donde encontré reparación".
"Transformar el abuso"
En una entrevista con este medio en 2018, cuando salió su primera novela, la autora había dicho que transitó por tres estados durante su proceso de sanación: primero reconocerse como víctima, luego salirse de ese lugar de víctima y por último, encontrar el empoderamiento que le permitió superar esa experiencia.
Esto último lo halló cuando entró a un taller de escritura en el que le mostraron "que podía transformar el abuso en una obra de arte".
López Peiró no solo escribió -crudamente- sobre ser violada. También contó cómo había sufrido durante su largo camino en busca de reparación y justicia, debido a la cantidad de gente que la cuestionaba.
Que por qué no había dicho nada antes, por qué volvía cada verano, por qué le hacía esto a su familia.
Su respuesta fue contarlo todo y hacer visible lo que muchos no querían ver.
En 2021 publicó su segunda novela, "Donde no hago pie", que refleja todas las dificultades que enfrenta una víctima de abuso sexual infantil cuando decide denunciar y comenzar un proceso judicial.
La autora cuenta que sus dos novelas son "libros que a mí me hubiese gustado leer en caso no solo de haber vivido una situación de violencia sexual y no saber si denunciar o no, y no saber qué hacer y encontrar un poco de reparo, sino también para cualquier otra persona, para que un padre, una madre, un hermano, un amigo, pueda acompañar mejor a las personas que vivimos una situación así".
"Escribir otra cosa"
En su columna de opinión en El País, López Peiró dice que "no sabía si era necesario o no escribir esto".
Pero que lo hizo "por todas las que no pudieron hablar o denunciar. Por mí".
Su última frase es un anuncio: "Yo a partir de ahora me dedico a escribir otra cosa".
Consultada sobre este futuro proyecto, revela que está trabajando sobre su tercera novela.
"Es muy pronto para adelantar algo, pero creo que ahora que puedo estar un poco más liviana voy a poder tener una posibilidad que antes no tuve, que es crear otros mundos, que mi cabeza, que mi emocionalidad tenga el espacio suficiente para sumergirse en otros universos posibles".