El médico que frenó una epidemia gracias a la mascarilla (y el homenaje de Google con su doodle)
Si ha habido un objeto protagonista en esta pandemia global de covid-19 es la mascarilla.
Pero ¿cuál es el origen del también conocido como barbijo o tapabocas como recurso para ayudar a frenar epidemias?
Una de las teoría apunta a los tiempos de la llamada peste de Manchuria, que afectó a gran parte de China a principios del siglo XX.
Uno de los médicos que lideró la lucha contra esa enfermedad fue Wu Lien-teh, y se le considera uno de los precursores del uso del tapabocas para procedimientos médicos, especialmente de las máscara N-95.
Por esa razón, Google decidió dedicarle su doodle este miércoles, en el aniversario de su nacimiento.
Wu nació el 10 de marzo de 1879 en la región de Penang, Malasia.
Fue uno de los principales médicos del sistema de salud en tiempos del emperador Puyi, de la dinastía Qing, y decidió utilizar la mascarilla para evitar la propagación del virus que causaba la peste.
Y por sus aportes a la gestión y control de epidemias, en 1935 fue candidato al Premio Nobel de Medicina, el primero de su país.
La peste de Manchuria
Wu estudió Medicina en el Emmanuel College de Cambridge y vivió en Londres hasta 1904, cuando retornó a su país.
En 1907 fue invitado por el gobierno chino a trabajar al servicio de la dinastía Qing, quien estaba en el poder.
A los tres años se registró una serie de muertes por motivos desconocidos en la región colindante con la ciudad de Harbin, y fue entonces cuando Wu comenzó la labor por la que sería reconocido.
De acuerdo con su biografía y el obituario publicado por la revista especializada The Lancet en 1960 -año en el que murió-, el médico identificó varios problemas mientras visitaba los sitios donde estaban siendo atendidos los pacientes aquejados de la peste.
"Había enfermos con aspecto de indigentes, tosiendo y escupiendo sangre. Nadie portaba protección", señala el obituario.
Según el documento, la mitad de los médicos y enfermeras que atendían la emergencia habían muerto por un problema que nadie había tenido en cuenta y que Wu detectó al realizar la autopsia de uno de los fallecidos: el virus se propagaba por el aire.
Y tenía una letalidad cercana al 100%.
Fue allí donde se le ocurrió utilizar un tapabocas de tela, que se convirtió en el precursor de la máscara N-95, una de las más usadas, especialmente por el personal médico, durante la pandemia del covid-19.
Pero no fue la única medida que tomó: también aisló a los infectados, creó una lista de turnos para enfermeras y médicos, fumigó los lugares de atención y finalmente recomendó el distanciamiento social en los centros médicos.
También logró rastrear el origen de la enfermedad: surgió entre los cazadores de marmotas, quienes se habían contagiado a partir de las pieles colgaban en sus casas.
En poco menos de tres meses, Wu logró controlar la epidemia.
El médico vivió durante años en China, hasta que en 1939 regresó a su país, donde murió en 1960.