El caos y la incertidumbre se apoderaron este jueves de Culiacán, capital del estado de Sinaloa, en el norte de México, cuando las autoridades capturaron temporalmente a Ovidio Guzmán López, uno de los hijos del narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán.
Testigos hablaban de una "situación de guerra", con balaceras y vehículos quemados en distintos puntos de la ciudad.
Las autoridades mexicanas recomendaron a los residentes de Culiacán que no salieran a la calle.
Los rastros de la violencia eran visibles en las calles de la ciudad mexicana.
En un principio se informó de la detención de Ovidio Guzmán López, pero más tarde se dijo que había sido liberado, en medio de una total confusión sobre lo que sucedió.
Varios autos quedaron abandonados en m,edio de la calle tras las balaceras.
El ministro de Seguridad, Alfonso Durazo, dijo que una la policía militarizada de la Guardia Nacional estaba patrullando la zona cuando fueron atacados desde una vivienda. Al entrar, encontraron a Ovidio Guzmán López, quien están acusado de tráfico de drogas en EE.UU. Pero cuando los miembros del cártel superaron en fuerza a la policía, las autoridades liberaron a Guzmán López y decidieron suspender dichas acciones.
Testigos dijeron que hombres armados estaban desplegados en diversos puntos de la ciudad después de que se conocieron los informes de la detención de Ovidio Guzmán.
En represalia por la detención de Ovidio Guzmán, la violencia se extendió por muchas calles del centro de la ciudad de Culiacán.
Se desconoce el balance de víctimas de la jornada de violencia en Culiacán. Las autoridades del estado indicaron que hubo víctimas fatales y heridos, pero no especificaron el número.
Medios locales reportaron que al menos una de las carreteras principales hacia el puerto de Maztlán había sido bloqueada por una barricada de camiones en llamas, mientras que otras fueron cerradas por el ejército.
Ante la ola de violencia, informa un medio local, las clases escolares fueron suspendidas en todos sus niveles.