El presidente francés, Emmanuel Macron, ha pedido a los líderes musulmanes que acepten una "carta de valores republicanos" como parte de una amplia ofensiva contra el Islam radical.
El miércoles le dio al Consejo Francés de la Fe Musulmana (CFCM) un ultimátum de 15 días para aceptar la carta.
La CFCM ha acordado crear un Consejo Nacional de Imames, que será el encargado de emitir a los imames una acreditación oficial. Este reconocimiento podría ser retirado bajo ciertas circunstancias.
La medida llega después de tres presuntos ataques islamistas en poco más de un mes.
En líneas generales, la carta declarará que el Islam es una religión y no un movimiento político, al tiempo que también prohíbe la "interferencia extranjera" en grupos o asociaciones musulmanes.
Macron ha defendido enérgicamente el secularismo francés tras los ataques.
Uno de los más graves fue la decapitación el mes pasado de un maestro que había mostrado a sus alumnos caricaturas del profeta Mahoma durante un debate sobre la libertad de expresión.
A última hora del miércoles, el presidente y su ministro del Interior, Gérald Darmanin, se reunieron con ocho líderes de la CFCM en el palacio del Elíseo.
"Hay dos principios que van a quedar muy claros [en la carta]: el rechazo del Islam político y cualquier interferencia extranjera", dijo una fuente al periódico Le Parisien después de la reunión.
Además se acordó la formación del Consejo Nacional de Imames.
El presidente Macron también ha anunciado nuevas medidas para abordar lo que llamó el "separatismo islamista" en Francia.
Las medidas se enmarcan en un proyecto de ley de amplio alcance que busca prevenir la radicalización.
Se dio a conocer el miércoles e incluye medidas como:
- Restricciones a la educación en el hogar y castigos más severos para quienes intimiden a los funcionarios públicos por motivos religiosos.
- Se quiere dar a los niños un número de identificación que se usaría para garantizar que asistan a la escuela. Los padres que violen la ley podrían enfrentar hasta seis meses de cárcel y elevadas multas.
- Prohibición de compartir la información personal de una persona de una manera que le permita ser localizada por personas que quieran dañarla.
"Debemos salvar a nuestros niños de las garras de los islamistas", dijo Darmanin al periódico Le Figaro el miércoles.
El proyecto de ley será discutido por el gabinete francés el 9 de diciembre.
Samuel Paty, el maestro que asesinado enfrente de su escuela el mes pasado, fue blanco de una campaña de odio a través de internet antes del crimen el 16 de octubre.
El periódico Le Monde ha publicado correos electrónicos que se envió Paty con sus colegas en los días posteriores a que mostrara las caricaturas en clase.
"Es realmente angustiante y particularmente preocupante porque proviene de una familia cuyo hijo no estaba en mi clase y no es alguien que conozco", escribió Paty.
"Se está convirtiendo en un rumor malicioso", escribió.
Más tarde escribió en un correo electrónico separado: "No daré más clases sobre este tema; elegiré otra libertad como asignatura para enseñar".
A principios de este año, el presidente Macron describió al Islam como una religión "en crisis".
Y defendió el derecho de las revistas a publicar caricaturas que representan al profeta Mahoma.
Estas representaciones se consideran un tabú en el Islam y muchos musulmanes las consideran muy ofensivas.
Tras estos comentarios, el líder francés desató la ira en varios países de mayoría musulmana.
Los manifestantes pidieron también boicotear los productos franceses.
En Francia, el secularismo estatal (laïcité) es fundamental dentro de la identidad nacional del país.
La libertad de expresión en las escuelas y otros espacios públicos forma parte de este principio.
El país considera que dejar de lado la laicidad para proteger los sentimientos de una religión en particular socava la unidad nacional.
Francia tiene la población musulmana más grande de Europa occidental.