Vacuna contra el COVID-19 de Pfizer: la historia de amor turco-alemán detrás de BioNTech
Los positivos resultados publicitados por Pfizer en la vacuna para el covid-19 que desarrolla junto BioNTech son un éxito inesperado para una pareja de hijos de inmigrantes turcos en Alemania.
De raíces humildes, el hijo de un inmigrante turco que trabajaba en una fábrica de Ford en Colonia se convertiría, años más tarde, en el director ejecutivo de BioNTech. Ahora a los 55 años de edad, Ugur Sahin se encuentra entre los 100 alemanes más ricos, junto a su esposa y colega Öezlem Türeci, de 53 años de edad, hija de un médico turco.
"A pesar de sus logros, nunca ha dejado de ser increíblemente humilde y amable", dijo Matthias Kromayer, miembro del directorio de la firma de capital de riesgo MIG AG, cuyos fondos han estado financiando BioNTech desde su fundación en 2008.
Según Kromayer, Sahin suele asistir a las reuniones de negocios con jeans, mochila y un casco de bicicleta bajo el brazo.
En un año, el valor de mercado de la compañía en la bolsa de empresas tecnológicas Nasdaq pasó de US$4.600 millones a los US$21.000 millones gracias al importante papel de la empresa en la investigación para la inmunización masiva contra el coronavirus. Para que sirva como referente, basta con decir que el valor de mercado actual de BioNTech es cuatro veces el de la aerolínea alemana Lufthansa.
Con una amplia financiación alemana, Pfizer y BioNTech son los primeros fabricantes en hacer públicos datos exitosos de un ensayo clínico a gran escala de una vacuna contra la pandemia.
Según revelaron las empresas este lunes 9 de noviembre, la vacuna para combatir el coronavirus lograba la inmunización en 9 de cada 10 personas y las autoridades estadounidenses pueden autorizar su uso de emergencia a finales de este año.
Para el periódico berlinés Tagesspiegel, el éxito de la pareja fue un "bálsamo para el alma" para los alemanes con raíces turcas después de décadas de ser estereotipados en Alemania como "fruteros inexpertos".
Alemania tiene una gran comunidad de origen turco, pero estos inmigrantes o descendientes son a menudo víctimas de prejuicios.
Sueño de infancia
Sahin y Türeci son hijos de trabajadores que emigraron a Alemania como parte de la primera generación de inmigrantes turcos invitados por el país, en un programa conocido como Gastarbeiter.
"Alemania ha luchado durante mucho tiempo con la pregunta sobre cuán abierta debería ser su política de inmigración y el programa de 'trabajadores invitados' de la posguerra siempre ha sido cuestionado", dijo Christian Odandahl, economista jefe del Centro para la Reforma Europea, en una publicación de Twitter.
"El padre de Ugur Sahin era uno de esos trabajadores invitados que venían a trabajar en la fábrica de Ford en Colonia y ahora su hijo podría ser la persona que acabó con la epidemia que arrasó el mundo", agregó.
Persiguiendo con empeño su sueño de la infancia de convertirse en médico, Ugur Sahin se graduó en 1990 y trabajó en hospitales universitarios en Colonia y en la ciudad universitaria de Homburgo, en el suroeste de Alemania, donde conoció a Türeci durante el comienzo de su carrera académica.
La investigación médica y la oncología se han convertido en una pasión común.
Türeci, la hija de un médico turco que había emigrado a Alemania antes de su nacimiento, dijo en una entrevista con los medios locales que, incluso el día de su boda, ambos encontraron tiempo para trabajar en el laboratorio.
Juntos, se especializaron en el estudio del sistema inmunológico como un aliado potencial en la lucha contra el cáncer y trataron de lidiar con la composición genética única de cada tumor.
La vida como emprendedores comenzó en 2001, cuando crearon Ganymed Pharmaceuticals para desarrollar anticuerpos contra el cáncer pero Sahin, quien es profesor de la Universidad de Mainz desde 2014, nunca abandonó la investigación académica y la enseñanza.
La pareja, que ahora tiene una hija adolescente, recibió fondos de MIG AG, así como de Thomas y Andreas Struengmann, quienes vendieron su compañía de medicamentos genéricos Hexal a Novartis en 2005.
El emprendimiento de Sahin y Türeci terminó siendo vendido a la empresa japonesa Astellas en 2016 por casi US$1,4 mil millones. En ese momento, el equipo detrás de Ganymed ya estaba ocupado construyendo BioNTech, fundada en 2008, en busca de una gama mucho más amplia de herramientas de inmunoterapia contra el cáncer.
Esto incluía ARNm, una sustancia mensajera versátil que se utiliza para enviar instrucciones genéticas a las células. En este enfoque, en general, el sistema inmunológico detecta las células cancerosas como un virus que ingresa al cuerpo y trata de eliminarlas.
Y con el método de ARNm, que permite producir más vacunas de forma más rápida en comparación con los métodos tradicionales de inmunización, la empresa prevé producir más de 100 millones de dosis de vacunas para finales de año.
Actualmente, Sahin es el director ejecutivo (CEO) de BioNTech y Türeci, el médico jefe (CMO) de la empresa.
"Un equipo ideal"
Para Kromayer, de MIG, Sahin y Türeci forman un "equipo ideal", ya que han conciliado sus aspiraciones con los límites de la realidad.
La historia de BioNTech dio un giro cuando Sahin encontró en enero de 2020 un artículo científico sobre un nuevo brote de coronavirus en la ciudad china de Wuhan. En ese momento, se dio cuenta de lo cerca que estaba la brecha entre los medicamentos anticancerosos de ARNm y las vacunas virales basadas en ARNm.
Este tipo de método de inmunización sin precedentes lleva consigo una pieza de material genético modificado en el laboratorio y proporciona instrucciones para que las células de nuestro cuerpo fabriquen proteínas víricas. A partir de ahí, el sistema inmunológico reconoce la amenaza y genera una respuesta que realmente protege al cuerpo de la enfermedad.
BioNTech asignó rápidamente a unos 500 empleados para diseñar a la "velocidad de la luz" varios compuestos posibles. La iniciativa atrajo al gigante farmacéutico estadounidense Pfizer y a la compañía farmacéutica china Fosun como socios poco después, en marzo.
"Nuestra nueva tarea es derrotar a este virus. Ese es un deber humanitario", dijo Sahin a su equipo, según el periódico británico The Telegraph.
Matthias Theobald, un profesor de oncología en la Universidad de Mainz que ha trabajado con Sahin durante 20 años, dijo que su tendencia al eufemismo esconde una ambición implacable por transformar la medicina, ejemplificada en el acto de fe que realizó para dedicarse a la búsqueda de una vacuna contra el covid-19 .
"Es una persona muy modesta y humilde. Las apariencias significan poco para él. Pero quiere crear las estructuras que le permitan realizar sus sueños y ahí es donde las aspiraciones están lejos de ser modestas", dijo Theobald.
Este lunes, Sahin dijo a la agencia Reuters que a principios de año no sabía lo difícil que sería intentar obtener una vacuna contra el covid-19.
¿Qué se sabe sobre la vacuna BioNTech / Pfizer?
Laboratorios Pfizer y BioNTech anunciaron que su candidata para la vacuna covid-19 logró una tasa de eficacia superior al 90% en un análisis preliminar de ensayos clínicos de fase 3, el último paso antes de la aprobación por parte de las agencias reguladoras.
BNT162b2 (nombre provisional) se estudia en 43.538 individuos repartidos en seis países (Sudáfrica, Alemania, Argentina, Brasil, Estados Unidos y Turquía).
La mitad de las personas recibe las dosis, mientras que la otra parte toma un placebo, una sustancia que no tiene ningún efecto en el organismo.
Los datos preliminares mostraron que los participantes vacunados se infectaron menos con el coronavirus que el otro grupo de voluntarios.
El anuncio del lunes se basó en datos de 94 voluntarios infectados y reveló que la efectividad fue superior al 90%. Según la información divulgada, no se observaron eventos adversos u otras preocupaciones en esta etapa.
Pero las empresas esperan llegar a 164 eventos (en otras palabras, 164 participantes diagnosticados con covid-19) para completar este análisis preliminar.
Al mismo tiempo, los médicos expresan preocupaciones sobre aspectos de logística derivados de las especificidades de la vacuna, como la necesidad de que se administre más de una dosis en poco tiempo y la de que se mantenga almacenada a muy bajas temperaturas, lo que puede generar dificultades en lugares con menos recursos y capacidades.
Por otro lado, si todo va bien en los próximos pasos, BNT162b2 podría representar una revolución en la medicina: sería la primera vacuna basada en ARN aprobada en la historia.
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