Uno de los atractivos de Arabia Saudita son las ruinas de la antigua ciudad de Mada'in Saleh, ubicada en el noroeste del país.
Mada'in Saleh fue la segunda ciudad más grande de los nabateos, un pueblo que se estableció en la antigua Arabia y el Valle del Jordán hasta que los romanos los anexaron en 106 d.C. Ahora queda una necrópolis con 130 tumbas, pequeños altares preislámicos y algunas casas de adobe. En 2008, Mada'in Saleh se convirtió en el primer lugar de Arabia Saudita en ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Otro de los lugares que podrán visitar los turistas es la ciudad de Jeddah, que en el siglo VII d.C. se estableció como un puerto importante para las rutas comerciales del océano Índico y como el punto de entrada para los peregrinos musulmanes que llegaban por mar en su camino a La Meca. Quienes no sean musulmanes seguirán impedidos de entrar a La Meca y Medina y también se mantendrá el veto al consumo de alcohol. Sin embargo, Arabia Saudita sí relajará los códigos de vestimenta para las mujeres que paseen por el país, aunque deberán llevar ropa discreta.
En Jeddah también está la Fuente del Rey Fahd, que se dice que es la más alta del mundo. La fuente fue donada a la ciudad por el difunto monarca Fahd (que reinó entre 1982 y 2005). Según algunas estimaciones, la fuente puede disparar agua salada hasta una altura de 260 metros. Por la noche, la fuente queda iluminada por más de 500 focos.
En la capital saudita, Riad, los extranjeros pueden pasar por la fortaleza de Masmak, que se construyó alrededor de 1865, pero que es más conocida por lo que sucedió 37 años después. En 1902, el noble Abdulaziz bin Abdul Rahman bin Faisal Al Saud se apoderó de esta fortaleza y conquistó los diferentes reinos de la región, para unirlos y formar lo que ahora es el Reino de Arabia Saudita.
Antes, las visas para Arabia Saudita estaban restringidas y podían acceder a ellas principalmente peregrinos, empresarios y trabajadores. Ahora, el reino espera que la apertura al turismo atraiga inversión extranjera y que su aportación al PIB aumente del 3% al 10% para 2030. En la imagen, otra vista de la histórica fortaleza de Masmak.
En medio del desierto, a unos 300 km al noreste de La Meca, se encuentra Al Wahbah, un gran cráter volcánico de unos 249 metros de profundidad con un campo de sal en el centro. Los excursionistas acostumbrados al ejercicio tardan entre dos y tres horas en llegar al fondo y volver a subir. También es un lugar popular para acampar.
Las playas de Umluj, conocidas como las Maldivas sauditas, se encuentran en el oeste del país, en la costa del mar Rojo. Desde la playa se pueden ver montañas y volcanes inactivos, y hay plantaciones de mangos cerca.
Según la Unesco, una vez hubo un lago cerca de estas formaciones rocosas de Jubbah y Shuwaymis. El lugar llegó a ser un importante punto de reunión para nuestros antepasados neolíticos, que dejaron su huella en forma de estos dibujos en las piedras.