¿Tiene alguna relación la permisiva regulación de armas en Nevada con la masacre de Las Vegas?
Por Tamara Gil. BBC Mundo
En Las Vegas, la ciudad del estado de Nevada en la que el domingo se produjo el tiroteo más mortal en la historia reciente de Estados Unidos, es fácil hacerse con un arma.
Ya sea una pistola, un rifle o una escopeta.
No se necesita permiso para comprarlas, tampoco hace falta esperar para adquirirlas y no hay límite en la cantidad de balas o munición que se pueden poseer.
El domingo un hombre mató a tiros a al menos 59 personas e hirió a más de 500 mientras disfrutaban al aire libre de un concierto de música country en Las Vegas.
La Policía identificó al atacante como Stephen Paddock, un contador retirado de 64 años, quien disparó de forma indiscriminada desde la habitación de su hotel de Las Vegas.
Paddock, que se suicidó antes de que las fuerzas de seguridad llegaran hasta él, había acumulado un arsenal de 42 armas en su habitación de hotel y en su casa.
De momento, se desconoce dónde adquirió el armamento ni si saltó alguna alarma roja en el proceso, pero su caso ha vuelto a generar debate sobre los controles que se aplican en el país.
Regulaciones laxas
Nevada es uno de los estados con las regulaciones más laxas de Estados Unidos en cuanto a la compra y el porte de armas, y, según algunos grupos, eso lo convierte en un peligro.
"Definitivamente hay relación entre las muertes por arma de fuego y las legislaciones (...). Los estados con legislaciones de armas tienen menor ratio de muertes por armas de fuego", asegura en declaraciones a BBC Mundo Laura Cutilletta, directora del departamento jurídico del Centro Legal para la Prevención de la Violencia con Armas de Fuego.
Los datos de esta organización reflejan que los estados con leyes más laxas poseen promedios más altos de muertes por armas de fuego: California se sitúa en el número uno en su ranking de estados con leyes más duras y Misisipi en el último puesto.
Un estudio del Centro de Políticas sobre Violencia (VPC, en sus siglas en inglés) publicado el año pasado también respalda esta idea, y aporta otro detalle.
El informe, con datos de 2014, mostraba que los estados con las leyes más permisivas y con mayor número de propietarios de armas lideraban la lista en número de fallecimientos por esta causa. En este caso, Alaska, Luisiana y Misisipi se situaban como los estados con el ratio más alto de muertes y Hawái, Rhode Island y Massachussets con el menor.
"Estas leyes (de control de armas) funcionan. Sabemos que funcionan porque tenemos pruebas, tenemos investigaciones que muestran que funcionan", insiste al respecto Cutilletta.
Reacciones
En las primeras horas tras esta nueva matanza, personalidades del mundo de la política como la ex secretaria de Estado Hillary Clinton alzaron la voz para pedir nuevas medidas que eviten tragedias como la de Las Vegas, mientras la Asociación Nacional del Rifle (NRA, en sus siglas en inglés), grupo que representa a los fabricantes y poseedores de armas, permanece en silencio.
La NRA, que se opone a mayores controles y que respaldó la campaña del actual presidente de EEUU, Donald Trump, no se ha posicionado de momento.
En la última gran matanza, que dejó 50 muertos en un club gay de Orlando el año pasado, este lobby defendió que las legislaciones "no disuaden a los terroristas" .
Más controles
A pesar de que, en general, la mitad de los estados de Estados Unidos tienen regulaciones laxas en cuanto al control de armas, se han producido algunos avances en los últimos años.
"Hay múltiples legislaciones malas sobre armas, pero al mismo tiempo, desde (la masacre perpetrada en 2012 en la escuela) Sandy Hook, muchos estados han hecho un buen trabajo", destaca Andrew Patrick, director de medios de la Coalición para Detener la Violencia de Armas de Fuego (CSGV, en sus siglas en inglés).
Diversos estados han tomado la delantera al "retirar las armas" a aquellos que fueron condenados por delitos de violencia doméstica, por ejemplo, por lo que que Patrick se muestra optimista en conversación con BBC Mundo.
"Cada vez más personas se están involucrando, más personas votan sobre estos asuntos y más se informan sobre las legislaciones y las altas tasas de muertes por arma de fuego que vemos. En el largo plazo, veremos un cambio y conseguiremos las fuertes regulaciones que necesitamos", concluye.