Theresa May, la hija del vicario que se convirtió en la segunda mujer al frente de Reino Unido
Llegó al cargo sin ser elegida, pero en los 11 meses que lleva al frente del gobierno británico logró afianzarse y situar al Partido Conservador con mucha ventaja en las encuestas de opinión.
El pasado 18 de abril anunció que convocaba elecciones anticipadas, en contra de lo que había asegurado antes en varias ocasiones, para ampliar su mandato a la hora de negociar con Bruselas la salida de Reino Unido de la Unión Europea, el Brexit.
Durante la campaña se presentó a sí misma como una líder "fuerte y estable", la única competente para llevar a buen término la salida de la UE en condiciones favorables para Reino Unido.
Pero varios traspiés, como el anuncio de una "tasa a la demencia" para cobrar a las familias la atención sociosanitaria de las personas mayores, pusieron a los conservadores a la defensiva.
May, de 60 años, rehusó entonces acudir a un debate en televisión a pesar de que el líder laborista, Jeremy Corbyn, había confirmado su asistencia en el último momento.
En las últimas semanas las encuestas empezaron a arrojar márgenes más estrechos de ventaja de May sobre Corbyn que los que marcaban cuando la actual primera ministra británica anunció el anticipo electoral, cuando llegaban incluso a los 21 puntos de diferencia.
Casi ninguna encuesta, sin embargo, prevé que la líder conservadora, a quien un colega calificó un día como "mujer terriblemente difícil" (etiqueta que ella lleva ahora con orgullo) pierda estos comicios.
Pero, ¿quién es la segunda mujer primer ministra de Reino Unido después de Margaret Thatcher?
Una mujer reservada
Hasta que se mudó a la residencia oficial del número 10 de Downing Street, tras la renuncia de David Cameron al perder el referendo del Brexit, Theresa May era "más bien un misterio, incluso para muchos en su propio partido", explican los periodistas de la BBC Brian Wheeler y Gavin Stamp.
Teniendo en cuenta los estándares actuales, May es una política muy celosa de su intimidad y pocas veces habla de sus sentimientos o creencias.
Al igual que Cameron, ella se opuso al Brexit cuando era parte del anterior gobierno, pero no logró alejar a los euroescépticos de su partido durante la campaña del referendo manteniendo un perfil bajo.
Cuando los resultados hicieron inevitable la renuncia de Cameron, ella emergió como la única sucesora capaz de hacer efectiva la voluntad popular de salir de la UE de forma ordenada y ventajosa.
Esto, sin embargo, se puso en cuestión cuando anunció la convocatoria de elecciones anticipadas tras haber insistido en que no quería comicios hasta el año 2020 para evitar así una inestabilidad innecesaria en un momento clave.
Su promesa de "pelear por Reino Unido" ha cautivado a los medios conservadores, que han abrazado a May "de una forma que nunca hicieron con Cameron, a quien veían como un miembro privilegiado de la élite metropolitana", aseguran Wheeler y Stamp.
Hija de un vicario de la Iglesia de Inglaterra, quien murió cuando ella tenía 25 años, May dice que su padre la enseñó a "tomar a la gente como es" y a "tratar a todo el mundo igual".
Al igual que Margaret Thatcher, estudió en la Universidad de Oxford y, como muchos otros de su generación, vio cómo sus vidas personal y política se fundían en una.
En su tercer año de universidad conoció a su marido, Philip, tras ser presentados en un evento la Asociación Conservadora por la que luego sería primera ministra de Pakistán, Benazir Bhutto.
Ambos dicen que fue "amor a primera vista". Se casaron en 1980.
Sin acuerdo, mejor que un mal acuerdo
Cuando el Partido Conservador se unió el Partido Liberal Demócrata para formar el primer gobierno de coalición en Reino Unido en los últimos 70 años, en 2010, May ocupó el puesto de Ministra del Interior.
Tras la victoria conservadora en las elecciones de 2015, fue nombrada de nuevo y se convirtió en la ministra del Interior que más aguantó en el cargo.
Su tiempo como primera ministra ha estado dominado por el proceso de divorcio de Reino Unido de la Unión Europea.
Ella fue la encargada de activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa de la Unión Europea a finales de marzo, empezando el proceso formal de dos años que sacará a Reino Unido del bloque.
Tras ganar el primer voto parlamentario en relación a esta cuestión decidió, sin embargo, que necesitaba un mayor mandato para poder negociar el Brexit que ella quiere: sacando a Reino Unido del mercado único de la Unión Europea y estando preparada para salir del bloque sinque haya acuerdo.
"No llegar a un acuerdo es mejor que un mal acuerdo", ha repetido varias veces.
May quiere también tener el suficiente poder para que los parlamentarios conservadores de segunda línea no puedan hacerla rehén en el Parlamento, así como para poder liberarse de las promesas electorales que hizo David Cameron en 2015.
Pronto sabremos si lo logra.