El terremoto que sacudió Puerto Rico este martes ha sido el más fuerte que ha sufrido ese territorio en más de un siglo.
En los últimos días, la isla se ha visto remecida por una serie de sismos que han causado graves daños, lo que llevó a la gobernadora Wanda Vázquez a declarar el estado de emergencia.
Vázquez también dispuso US$130 millones para atender a los afectados y activó a la Guardia Nacional, un cuerpo estadounidense de civiles con entrenamiento militar que responden a desastres naturales o problemas de orden público.
Desde el 28 de diciembre Puerto Rico ha sufrido más de 1.800 movimientos telúricos, a causa de una "secuencia sísmica".
Este fenómeno consiste en un evento sísmico principal, precedido o seguido de una serie de réplicas de menor magnitud.
El lunes, la isla fue sacudida por un terremoto de 5,8 que se sintió en gran parte de la isla y dañó casas y provocó cortes de energía.
Ese sismo también destruyó Punta Ventana, un popular arco natural formado por rocas, ubicado en la ciudad de Guayanilla, en el suroeste del territorio.
Pero el movimiento más fuerte hasta el momento, de una magnitud de 6,4, fue el que se sintió este martes.
Su epicentro se localizó al sur de Puerto Rico, a una profundidad de 10 km, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Horas después, le siguió una réplica de 6.0.
Un hombre de 73 años murió en la ciudad sureña de Ponce y ocho personas quedaron heridas.
Además de los daños a viviendas, edificios y carreteras, gran parte de la isla se quedó sin electricidad y 300.000 personas quedaron sin suministro de agua, según la gobernadora Vázquez. Además, unas 346 personas se quedaron sin casa.
El terremoto también destruyó la histórica parroquia Inmaculada Concepción, construida en 1841, en Guayanilla, en el sur de la isla.
La Red Sísmica de Puerto Rico confirmó que el de este martes es el sismo más fuerte en sacudir la isla en más de 100 años.
En octubre de 1918, ocurrió el "terremoto de San Fermín", el más mortífero de la historia del país, con una magnitud de 7,3. Provocó un tsunami y dejó 116 muertos.
Puerto Rico, territorio estadounidense de aproximadamente 3,2 millones de personas, está situado entre las placas tectónicas de América del Norte y el Caribe, lo que lo hace vulnerable a los terremotos.