Denuncias de bombas y misiles sobre hospitales, maternidades, jardines infantiles y escuelas... apartamentos y barrios residenciales reducidos a escombros, ciudades sitiadas, civiles muertos pordisparos cuando intentaban escapar?
Desde hace dos semanas, Ucrania es el campo de batalla de la guerra de mayor escala que ha vivido Europa en casi 80 años.
Pero las imágenes que vienen desde allí, para muchos expertos, historiadores y políticos, son recuerdos de otra tragedia vivida hace menos de una década en Medio Oriente en la que también participó el ejército ruso.
En 2015, soldados del Kremlin fueron desplegados en Siria en la primera operación militar fuera del territorio ruso desde la caída de la URSS.
Los aviones y tropas de Putin fueron enviados para apoyar el agonizante gobierno de Bashar al-Assad e iniciaron una de las campañas más sangrientas que había tenido la larga guerra en el país árabe hasta ese momento.
Ciudades enteras, como Alepo, fueron bombardeadas hasta las ruinas mientras crecían las denuncias de supuestos "crímenes de guerra".
Menos de una década después, cuestionamientos similares se repiten tras la invasión y los bombardeos en Ucrania.
"Siria fue la escuela de guerra de Rusia para luego invadir a Ucrania", le dice a BBC Mundo Jennifer Cafarella, jefa de gabinete del Instituto para el Estudio de la Guerra y miembro visitante del Instituto de Seguridad Nacional de EE.UU.
De hecho, de acuerdo con la experta, que ha estudiado por años las campañas militares del Kremlin en Siria, una revisión del avance ruso sobre Ucrania muestra que son las tropas que estuvieron en Siria las que han tenido un mayor éxito.
"Las operaciones militares más efectivas que estamos viendo en Ucrania son las que tienen lugar fuera de Crimea, donde el Distrito Militar Sur de Rusia está presionando de manera efectiva para asegurar esencialmente la costa ucraniana", explica.
"Y es relevante porque el Distrito Militar Sur y su comandante son los que han estado dirigiendo la guerra en Siria. Entonces, en muchos sentidos, es la unidad más experimentada que los rusos tienen en Ucrania y puede explicar por qué están teniendo relativamente más éxito sobre el terreno", agrega.
Pero Cafarella asegura que la incursión de las tropas de Putin para defender a Al-Assad sirvió no solo de entrenamiento, sino también para adiestrarse en utilizar armamentos y practicar algunas de las tácticas y planteamientos de guerra que ahora se ven en Ucrania, salvando las distancias entre la magnitud de los dos conflictos.
"Hay muchas diferencias notables entre los dos conflictos, pero definitivamente, Siria fue el laboratorio donde se ensayaron las armas y las tácticas que ahora usan en Ucrania", dice.
Aquí les presentamos un resumen de nuestra conversación con Cafarella.
Comencemos hablando de esas diferencias. ¿Cómo se compara la incursión militar rusa en Siria con la actual invasión a Ucrania?
Para empezar, es importante señalar que el carácter de la campaña militar que los rusos han llevado a cabo en Siria es muy diferente de lo que está sucediendo en Ucrania.
En Siria, los rusos estaban esencialmente apoyando un esfuerzo de guerra ya en curso por parte del régimen sirio e Irán, y estaban brindando poder aéreo para apoyar a un conjunto de diferentes milicias en el terreno.
Ahora, en Ucrania, estamos viendo una invasión a gran escala, que en muchos sentidos, es una tarea mucho más compleja que el despliegue de una pequeña cantidad de fuerzas rusas como el que había en Siria.
Si en Siria se enfrentaban a una insurgencia o grupos de Estado Islámico, ahora el ejército ruso realiza o intenta realizar una campaña de maniobra convencional contra otro ejército convencional, el ucraniano.
Entonces, el tipo de lucha y los tipos de operaciones militares que están llevando a cabo en Ucrania son muy diferentes ahora.
Más allá de la diferencia en el tipo y la envergadura de las operaciones, muchos analistas militares han señalado similitudes en la estrategia rusa empleada en Siria y lo que vemos hoy en ciudades de Ucrania.
Hay varias similitudes, como lo son el uso de ataques aéreos y ataques de artillería y misiles contra áreas civiles, especialmente en las ciudades, en un intento de aterrorizar a la población, ya sea para someterla o para que huya y se conviertan en refugiados para despoblar Ucrania.
Esa es una táctica que los rusos usaron en Siria. Y comenzamos a verlos hacer eso a gran escala durante la última semana en Ucrania.
Los rusos también están intentando arrastrar a Ucrania y Occidente a negociaciones que, en mi opinión, son similares a una táctica rusa en Siria, en la que los rusos ofrecen concesiones humanitarias, como los corredores humanitarios u otro tipo de opciones, mientras ellos tratan de resolver problemas logísticos.
O sea, después violan esos acuerdos y, esencialmente, usan el tiempo que ganan en cada una de esas negociaciones para continuar reforzando sus tropas en el terreno o prepararse para un nuevo impulso militar.
Ese es exactamente el tipo de comportamiento engañoso ruso que hemos visto consistentemente en Siria.
También hay que señalar que, a diferencia de Siria, los rusos están todavía luchando contra un ejército convencional. No han logrado desmembrar el gobierno y hacer que las fuerzas militares se conviertan en una insurgencia.
La unidad del ejército ucraniano sigue intacta. Pero eso podría cambiar si los rusos reforzaran significativamente el teatro de operaciones o lograran dominar a los ucranianos en las próximas semanas.
Y si los rusos se enfrentan a una insurgencia en Ucrania, podríamos empezar a ver más similitudes y escenas incluso más dolorosas que las que vimos en Alepo.
¿En qué sentido?
La contribución central que hicieron los rusos al comienzo de la intervención en Siria fue la introducción de su poderío aéreo, que fue decisivo para habilitar un grupo de milicianos pro-Assad, incluidas las milicias sirias y los grupos de combatientes extranjeros proporcionados por Irán.
El poder aéreo ruso fue suficiente para permitir que estos grupos lograran una gran victoria en el campo de batalla, con el cerco y la reconquista final de los barrios controlados por la oposición de Alepo, que es la segunda ciudad más grande de Siria.
Ahora, pese a los frecuentes bombardeos de zonas civiles que hemos visto, las tropas rusas todavía no han golpeado a Ucrania con la misma fuerza que lo hicieron contra Siria.
Las acciones de su fuerza aérea han sido limitadas, lo que es una de las sorpresas de este conflicto, y la defensa aérea de Ucrania todavía sigue funcionando.
Pero eso puede lógicamente cambiar en las próximas semanas.
Si las ciudades ucranianas comienzan a caer y los rusos se enfrentan a una insurgencia, podríamos comenzar a ver más similitudes en la forma en que luchan contra esa insurgencia y lo que hicieron en Siria.
Mencionaba que los bombardeos de Alepo sirvieron para abrir paso a la entrada de milicias y grupos extranjeros. En los últimos días, varios reportes apunta a que existen indicios de que Rusia está tratando de contratar mercenarios sirios para llevarlos a Ucrania.
Desplegar sirios en Ucrania parece tener como objetivo solucionar el problema de mano de obra que los rusos están experimentando debido a la escala de las bajas que han tenido.
Y esto puede ser peor si se llega a la lucha contra una insurgencia armada, ciudad por ciudad.
Si bien los rusos tuvieron éxito al permitir la toma de Alepo, el costo fue muy alto, especialmente para las fuerzas de la milicia siria en el terreno, que sufrieron muchas bajas y esencialmente requirieron que los iraníes desplegaran el ejército convencional para poder para vencer a la resistencia.
Los rusos aprendieron eso de la guerra urbana. Incluso cuando no son los rusos los que luchan sobre el terreno, es extremadamente costosa y se necesita mucho tiempo para derrotarla.
Yo tengo reservas sobre el papel que los sirios puedan tener en este conflicto, porque no son una fuerza altamente capaz de combatir.
No es lo mismo combatir contra insurgentes que contra un ejército convencional como el ucraniano.
Por lo tanto, es más probable que Rusia utilice esas fuerzas sirias para realizar tareas de apoyo, como asegurar la infraestructura que Rusia ha capturado o proteger los puntos de control, ese tipo de actividades intensivas que no necesariamente involucran combate de primera línea.
Antes de la invasión, muchos expertos temían que Ucrania caería en cuestión de días, sin embargo, el ejército ruso no ha logrado doblegarlos. ¿A qué se debe esto?
Un líder nunca sabe completamente cómo se desempeñará su ejército hasta que está en el campo de batalla. Y esto es una constante en la guerra.
Entonces, parte de lo que estamos viendo en Ucrania es simplemente el factor desconocido de lo que sucede cuando dos países, dos fuerzas militares, van a la guerra.
En este caso, los rusos han demostrado un rendimiento peor de lo esperado y los ucranianos, un rendimiento mejor del esperado.
Al parecer, los rusos tienen un problema moral muy serio porque sus fuerzas no esperaban pelear esta guerra y no estaban mentalmente preparadas para la escala del combate que iban a enfrentar.
También hay fallas claras en la preparación rusa y quizás en el entrenamiento para llevar a cabo operaciones de armas combinadas, pero también en conceptos básicos de logística y suministro.
Y es por eso que hemos visto todos estos videos virales de los convoyes rusos que se quedan sin gasolina o los soldados rusos se quedan sin comida.
Todo sugiere que la fuerza militar rusa que invadió Ucrania no estaba completamente preparada.
Y ¿a qué cree que se debe que los ucranianos hayan logrado una resistencia más allá de las expectativas?
En este caso, está el factor de que Ucrania está luchando por su patria, por lo que la moral ucraniana es muy alta, dado que tienen una claridad de propósito.
Y han podido unirse detrás de la bandera, por así decirlo, y detrás de su presidente, Volodomir Zelensky, quien ha demostrado ser un líder militar muy eficaz.
Si comparamos las fotografías de Zelensky, vestido informal, hablando directamente a su pueblo, o con las tropas en las trincheras, y las de Putin, de traje y corbata, separado de sus ministros por una mesa muy larga, se puede tener una idea de por qué estos dos ejércitos se están desempeñando de la manera en que lo hacen en el campo de batalla.
¿Qué buscaba Putin en Siria y qué cree que busca ahora en Ucrania?
Los objetivos de las incursiones en Siria y Ucrania son muy diferentes.
Putin está en Siria, esencialmente, como una apuesta por un poder global.
Está creando un punto de apoyo en Medio Oriente que le permita ejercer presión sobre el flanco sur de la OTAN y, también, que le proporcione un trampolín para las operaciones militares y alcance diplomático en Medio Oriente, pero también en África.
Es decir, en muchos sentidos, la intervención de Rusia en Siria se trata solo parcialmente de Siria, puesto que persigue objetivos geopolíticos rusos mucho más grandes que, en realidad, no requieren que Siria sea estable.
Y ciertamente no buscan subordinar a Siria a la Federación Rusa. Putin no cree que Siria sea rusa.
Pasa algo diferente en Ucrania, donde los objetivos de Putin parecen más orientados a conquistar e integrar sus territorios en la Federación Rusa.
Se ve a sí mismo como un nuevo emperador que intenta recrear un imperio ruso. Y ha dado el primer paso con Ucrania.
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