Finlandia encontró este domingo una "receta de género" para salir de la crisis política que la ha sacudido en los últimos meses: seguir apostando por mujeres jóvenes para que lleven adelante las riendas del país.
Y es que tras la caída en desgracia de Antti Rinne, el premier que solo pudo gobernar seis meses tras una huelga que casi lo lleva a una moción de censura, la coalición gobernante decidió elegir este fin de semana un nuevo jefe de Gobierno.
El mayor número de votos se lo llevó al final la vicepresidentea del Partido Socialdemócrata de Finlandia (SDP), Sanna Marin, quien a sus 34 años, no solo será la mujer de menor edad que gobierne el país nórdico, sino la primera ministra más joven del mundo.
"Nunca he pensado en mi edad o género. Pienso en las razones por las que entré en política y en aquellas cosas por las cuales me he ganado la confianza del electorado", dijo este domingo a la prensa local.
Marin, quien fungía como ministra de Transporte y Comunicaciones, se impuso por 32 votos contra 29 al portavoz del SDP, su único rival, en la votación del comité socialdemócrata celebrada este fin de semana en Helsinki.
Así, la joven graduada de Administración se colocará al frente de la coalición integrada también por el liberal Partido de Centro, los Verdes, la Alianza de Izquierdas y el Partido Popular Sueco, quienes con las votaciones de este fin de semana intentaron evitar unas elecciones que podrían abrir la puerta a la creciente extrema derecha.
Su puesto aún debe ser refrendado la semana próxima por el Eduskunta, el Parlamento finlandés, aunque según medios locales, se trata de solo un trámite dado que la coalición gobernante cuenta con una cómoda mayoría de 117 escaños de un total de 200.
Pero la nueva primera ministra no será la única la única mujer joven en ocupar un puesto de relevancia en el gobierno de Finlandia.
De hecho, se hará ayudar por otras que, desde hace meses, ocupan algunos de las posiciones políticas más importantes del Ejecutivo.
Un gobierno de mujeres
Y es que si Marin se convertirá en la primera ministra más joven del mundo, su gobierno probablemente también podría romper récords por el número de mujeres jóvenes que lo componen, casi todas menores de 35 años.
Una de las carteras más importantes, el Ministerio del Interior, está cargo desde junio pasado de Maria Ohisalo, de 34 años, quien también es la líder del Partido Liga Verde.
Entre tanto, el ministerio de Economía está en manos Katri Kulmuni, quien a sus 32 años es también la cabeza del Partido del Centro de Finlandia.
También de 32 años es la presidenta del partido Alianza de la Izquierda, Li Andersson que se desempeña como ministra de Educación.
Mientras una abogada y política más veterana, Anna-Maja Henriksson, de 55 años, está frente a la cartera de Justicia.
¿Quién es Sanna Marin?
Nacida en 1985 en Helsinki, Marin es hija de un matrimonio homoparental y pasó su adolescencia y primera juventud trabajando como cajera en una tienda y como dependienta en una dulcería
Se lanzó a la política poco después de terminar sus estudios en Administración y en 2012, fue elegida para formar parte del Ayuntamiento de Tampere.
Dos años después, se convirtió en vicepresidenta segunda del Partido Socialdemócrata y un año después fue electa como congresista en el Parlamento de Finlandia.
Un junio pasado, Rinne la nombró su ministra de Transporte y Comunicaciones, donde se mantuvo hasta ser elegida para el mayor puesto del gobierno finlandés.
¿Por qué importa su elección?
Tras convertirse en la tercera mujer que ha gobernado Finlandia y la más joven en ocupar el puesto, Marin deberá intentar restablecer la confianza en la clase política en una nación que se ha movido de forma llamativa en los últimos tiempos hacia la extrema derecha.
""Tenemos mucho trabajo por hacer para recuperar la confianza", dijo este domingo.
Y es que el SDP, el partido que representa, vive al igual que otras grandes organizaciones políticas de Finlandia un proceso de creciente pérdida de confianza por gran parte del electorado.
Mientras, organizaciones pequeñas y de extrema derecha, como el partido Verdaderos Finlandeses, han ganado cada vez más espacio.
De hecho, según medios locales, la votación interna del partido este fin de semana buscaba en realidad evitar un llamado a elecciones generales que pudiera haber llevado a la derecha radical al poder.
Por si fuera poco, la gestión del SDP también se vio empañada durante los últimos de Rinne, al que tildan de mala gestión por no haber podido impedir un conflicto laboral entre los sindicatos y la empresa estatal de correos Posti.
El conflicto, al final, derivó en una huelga de dos semanas que provocó pérdidas millonarias, según datos oficiales.
La elección de Marin ocurre también en un momento de relevancia política regional para Finlandia, puesto que el país ocupa la presidencia temporal del Consejo la Unión de Europea y la crisis con el gobierno de Rinne había levantado preocupación de que quién se encargaría del proceso de traspaso que debe culminar a finales de diciembre.