Rusia y Ucrania: estudiantes africanos e indios denuncian discriminación en las fronteras para huir
Estudiantes africanos e indios denunciaron discriminación y otras dificultades al intentar huir de Ucrania.
La BBC tomó conocimiento de versiones de extranjeros negros que dicen que se les niega la entrada a los trenes y se los retiene en las fronteras, y que a los ucranianos se les permite pasar primero.
Si bien reconocen que la espera para salir de Ucrania es larga, las autoridades fronterizas niegan que haya discriminación.
La fuerza fronteriza polaca le dijo a la BBC que todos los que huyen del conflicto en Ucrania son bienvenidos en Polonia, independientemente de su nacionalidad.
Decenas de miles de estudiantes internacionales viajan a Ucrania cada año, a menudo para cursar medicina o alguna ingeniería.
Ahora algunos luchan por cruzar la frontera para intentar volver a su país, al tiempo que otros están atrapados en ciudades mientras las fuerzas rusas atacan.
Asya es una estudiante de medicina de origen somalí que estudia en Kiev. Hace dos días, publicó un video en Twitter cuando los ataques aéreos golpeaban la ciudad.
Huyó con amigos poco después, pero no estaba preparada para el largo viaje a Polonia y pasó tres días sin comer ni dormir antes de llegar al cruce fronterizo de Medyka el domingo.
Durante seis horas, dijo, no se permitió el paso a ningún africano, aunque vio pasar autobuses con mujeres y niños ucranianos.
"Finalmente logramos cruzar y nos dijeron que el alojamiento en el hotel era solo para ucranianos", contó. Debió seguir hasta Varsovia para encontrar un lugar donde quedarse.
Los ucranianos también se enfrentan a grandes retrasos para salir del país, con filas de autos y buses de 40 kilómetros en algunos puntos fronterizos.
Pero, según denuncian varios estudiantes internacionales que hablaron con la BBC, la situación es particularmente grave para las personas negras.
La BBC intentó ponerse en contacto con la fuerza fronteriza de Ucrania, pero no recibió una respuesta inmediata.
Algunos periodistas desplazados en el terreno matizan estas denuncias y explican que el problema es que hay dos filas: una para pasaportes ucranianos, otra para el resto. Y las dos avanzan con mucha lentitud.
"La gente está nerviosa, es lógico y tiene miedo de quedarse bloqueada. Pero es peligroso decir que no dejan pasar a personas negras porque aún quedan muchas dentro de Ucrania y si les llega esa información no sabrán si ir a la frontera", advierte en su cuenta de Twitter el periodista Hibai Arbide desde Leópolis.
Volver a su país natal
La estudiante de medicina Ruqqaya, de Nigeria, estaba en la universidad de Járkiv, en el este del país, cuando la ciudad fue atacada.
No pudo conseguir transporte hasta la frontera occidental y tuvo que caminar 11 horas durante la noche antes de llegar al cruce de Medyka el sábado por la mañana.
"Cuando vine aquí había gente negra durmiendo en la calle", le dijo a la BBC. Afirma que los guardias armados le dijeron que esperara, ya que primero había que dejar pasar a los ucranianos.
Observó autobuses llenos de personas, que describió como blancas, a quienes se les permitía cruzar la frontera, mientras que solo se seleccionaba a un puñado de africanos de la fila.
Le permitieron el paso alrededor de las 02:00 de la madrugada del domingo y se dirigió a Varsovia para volar de regreso a Nigeria.
La ONU informó que unos 368.000 refugiados abandonaron Ucrania, un país con 44 millones de habitantes, desde que comenzó la invasión rusa el jueves 24 de febrero.
Cruzar a Rumania
Polla Vishnu Vardhan Rao es estudiante de medicina en la Universidad Nacional Pirogov en Vínnytsia, en el centro de Ucrania.
Él y un grupo de otros estudiantes indios hicieron el viaje en auto de 12 horas hasta el cruce fronterizo de Ucrania con Rumania.
En la frontera, dijo, solo los ciudadanos ucranianos, que estaban haciendo cola en una fila separada, podían cruzar.
Hubo una serie de intercambios agresivos con los guardias fronterizos ucranianos a medida que los estudiantes indios se sentían cada vez más frustrados por la espera.
El gobierno indio dice que se están estableciendo centros de control para ayudar a sus ciudadanos a cruzar los puntos fronterizos con Hungría, Polonia, Rumania y Eslovaquia.
"Maltratados en la frontera"
Nigeria y Sudáfrica dicen que enviaron funcionarios a las zonas fronterizas para ayudar a sus ciudadanos a cruzar también.
Un alto funcionario de la oficina de relaciones internacionales de Sudáfrica, Clayson Monyela, dijo en Twitter que "los estudiantes sudafricanos y otros africanos fueron maltratados en la frontera entre Ucrania y Polonia".
Isaac, que también es nigeriano, llegó a la frontera de Medyka a las 04:30 de la mañana del sábado. El domingo por la tarde, el personal fronterizo le dijo que no estaban "atendiendo a los africanos".
"Nos han perseguido, nos han golpeado con policías armados con palos cuando intentábamos presionar y empujar hacia adelante. También hubo un enfrentamiento entre los soldados y los muchachos que están aquí esperando", contó.
Muchos de los estudiantes con los que habló la BBC tenían poca batería en el teléfono y no estaba claro si Isaac pasó con éxito. Su teléfono estaba apagado.
Dificultades para subirse a un tren
La BBC también recibió versiones de discriminación contra extranjeros en las estaciones de tren.
Osemen es nigeriano e intentó abordar un tren en Leópolis que lo llevara a la frontera con Polonia. Afirmó que le habían dicho que solo se permitiría a bordo a los ucranianos.
Otros estudiantes contaron experiencias similares, como una joven nigeriana en la ciudad de Dnipró, en el este de Ucrania. Estaba intentando subirse a un tren, pero también tratando de conseguir transporte privado con un grupo de otros extranjeros.
Algunos estudiantes están atrapados en ciudades ucranianas y aún no enfrentaron el desafío de escapar de un país que apenas conocen y cuyo idioma no hablan.
Se reportaron al menos 15.000 estudiantes indios varados en Ucrania, incluidos 4.000 en Járkiv, que se encuentra bajo fuertes bombardeos.
Una joven le envió a la BBC un video de su refugio en un sótano con cientos de otros estudiantes.
Están envueltos en mantas y hacinados en el suelo. Ella dice que se están quedando sin comida y que le suplicaron al gobierno indio que los ayude en la evacuación.
En otra parte de Járkiv, el estudiante de medicina Siddharth se refugió con sus amigos en una estación de metro cercana. Muchos de ellos retrasaron su salida, dijo, porque tenían exámenes próximos que querían completar.