Mariúpol se ha convertido en la ciudad más bombardeada y la que más daños ha sufrido en la guerra de Ucrania con Rusia, llevándose la peor parte de una ofensiva rusa constante.
Es clave para la campaña militar de Moscú en Ucrania. ¿Pero por qué?
Hay cuatro razones principales por las que tomar esta ciudad portuaria sería una victoria tan estratégica para Rusia y un gran golpe para Ucrania.
1. Asegurar un corredor terrestre entre Crimea y la región de Dombás
Geográficamente, la ciudad de Mariúpol ocupa solo una pequeña área en el mapa, pero ahora se interpone obstinadamente en el camino de las fuerzas rusas que irrumpieron en la península de Crimea.
Ellas están avanzando hacia el noreste para tratar de vincularse con sus camaradas y aliados separatistas ucranianos en la región de Dombás, en el este de Ucrania.
El general Richard Barrons, excomandante del Comando de Fuerzas Conjuntas de Reino Unido, dice que capturar Mariúpol es vital para el esfuerzo de guerra de Rusia.
"Cuando los rusos sientan que han concluido con éxito esa batalla, habrán completado un puente terrestre desde Rusia a Crimea y verán esto como un gran éxito estratégico", apunta.
Si se apoderara de Mariupol, Rusia también terminaría controlando más del 80% de la costa de Ucrania frente al mar Negro, cortando su comercio marítimo y aislándola aún más del mundo.
Al resistir el avance de las fuerzas enviadas por Moscú durante las últimas tres semanas, los defensores ucranianos generaron intranquilidad en un gran número de tropas rusas.
Pero ese fracaso de Rusia para asegurar una captura rápida de la ciudad ha llevado a los comandantes rusos a recurrir a una versión del siglo XXI de las tácticas de asedio medievales.
Han golpeado Mariúpol con artillería, cohetes y misiles, dañando o destruyendo más del 90% de la ciudad.
También cortaron el acceso a la electricidad, la calefacción, el agua, los alimentos y los suministros médicos, creando una catástrofe humanitaria de la que Moscú culpa a Ucrania por negarse a rendirse antes de las 05:00 horas del lunes.
Un parlamentario ucraniano acusó a Rusia de "intentar hacer que Mariúpol se rindiera por hambre".
Ucrania ha prometido defender la ciudad hasta el último soldado. Bien puede llegar a eso.
Las tropas rusas avanzan lentamente hacia el centro y, en ausencia de cualquier tipo de acuerdo de paz viable, es probable que Rusia intensifique su bombardeo, haciendo poca o ninguna distinción entre sus defensores armados y la asediada población civil que aún asciende a más de 200.000 personas.
Cuando Rusia tome el control total de Mariúpol -si acaso llega a hacerlo-, liberará a cerca de 6.000 de sus soldados, organizados en grupos tácticos de 1.000 efectivos, para luego ir y reforzar otros frentes rusos alrededor de Ucrania.
Hay una serie de posibilidades en cuanto a cómo podrían redistribuirse:
- al noreste para unirse a la batalla para rodear y destruir las fuerzas armadas regulares de Ucrania que luchan contra los separatistas pro-Kremlin en la región de Dombás
- hacia el oeste para avanzar hacia Odesa, que sería la última gran salida restante de Ucrania al mar Negro
- al noroeste hacia la ciudad de Dnipro.
2. Estrangular la economía de Ucrania
Mariúpol ha sido durante mucho tiempo un puerto estratégicamente importante en el mar de Azov, parte del mar Negro.
Con sus muelles profundos, es el puerto más grande de la región del mar de Azov y alberga una importante fábrica de hierro y acero.
En tiempos normales, Mariúpol es un centro de exportación clave para el acero, el carbón y el maíz de Ucrania que van a clientes en Medio Oriente y más allá.
Durante los últimos ocho años, desde la anexión ilegal de Crimea por parte de Moscú en 2014, la ciudad ha estado atrapada incómodamente entre las fuerzas rusas en esa península y los separatistas pro-Kremlin en las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Luhansk.
Perder Mariúpol sería un gran golpe para lo que queda de la economía de Ucrania.
3. Una oportunidad para dar un golpe propagandístico
Mariúpol es el hogar de una unidad de la milicia ucraniana llamada Brigada Azov, llamada así por el mar de Azov que une Mariúpol con el resto del mar Negro.
La Brigada Azov incluye extremistas de extrema derecha, incluidos neonazis.
Aunque forman solo la fracción más pequeña de las fuerzas de combate de Ucrania, esta ha sido una herramienta de propaganda útil para Moscú, dándole un pretexto para decirle a la población de Rusia que los jóvenes que ha enviado a luchar en Ucrania están allí para librar a su vecino de neonazis.
Si Rusia logra capturar vivos a un número significativo de combatientes de la Brigada Azov, es probable que los exhiban en los medios controlados por el estado ruso como parte de la guerra de información en curso para desacreditar a Ucrania y su gobierno.
4. Un gran impulso a la moral de los rusos
La captura de Mariúpol por parte de Rusia, si sucede, será psicológicamente significativa para ambos bandos en esta guerra.
Una victoria rusa en Mariúpol permitiría al Kremlin mostrar a su población, a través de los medios de comunicación controlados por el Estado, que Rusia está logrando sus objetivos y progresando.
Para el presidente Putin, para quien esta guerra parece ser personal, todo esto tiene un significado histórico.
Él ve la costa de Ucrania en el mar Negro como parte de algo llamado Novorossiya (Nueva Rusia), tierras cuyo vínculo con Rusia se remonta al imperio del siglo XVIII.
Putin quiere revivir ese concepto, "rescatando a los rusos de la tiranía de un gobierno pro-occidental en Kiev", como él lo ve. Mariúpol actualmente se interpone en su camino para lograr ese objetivo.
Pero para los ucranianos, la pérdida de Mariúpol sería un gran golpe, no solo militar y económico, sino también para las mentes de los hombres y mujeres que luchan sobre el terreno, defendiendo su país.
Mariúpol sería la primera ciudad importante en caer ante los rusos después de Jersón, una ciudad estratégicamente mucho menos importante que apenas estaba defendida.
Hay otro aspecto moral aquí y es la disuasión.
Mariúpol ha opuesto una feroz resistencia, pero mire el costo que ha tenido. La ciudad está diezmada, yace en gran parte en ruinas. Pasará a la historia junto con Grozni y Alepo, lugares que Rusia finalmente bombardeó y bombardeó hasta someterlos, reduciéndolos a escombros.
El mensaje para otras ciudades ucranianas es claro: si eliges resistir como lo hizo Mariúpol, puedes esperar el mismo destino.
"Los rusos no podían caminar hasta Mariúpol", dice el general Richard Barrons, "no podían entrar con sus tanques, por lo que la han reducido a escombros. Y eso es lo que deberíamos esperar ver en cualquier otro lugar que realmente les importe a ellos".