Rafael Correa sobre el arresto de Assange: "Es una de las traiciones más grandes"
Una venganza personal y una traición.
En estos términos califica el expresidente de Ecuador Rafael Correa la expulsión del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, de la embajada ecuatoriana en Londres y su posterior arresto este jueves.
Correa señala directamente al actual presidente de su país, Lenín Moreno, como responsable de "una de las traiciones más grandes de la historia latinoamericana".
En entrevista concedida a la BBC en Bruselas, Bélgica, Correa afirmó que la detención de Assange no le sorprende, aunque sí le resulta increíble "la brutalidad con la que se llevó a cabo".
Cuestión de horas
"La suerte de Julian Assange ya estaba echada", dijo Correa, que presidió Ecuador de 2007 a 2017.
"Desde el inicio de su gobierno, Lenín Moreno negoció con Estados Unidos la entrega de Julian Assange; eso ya se sabe, no es opinión, hay pruebas.
"Cuando recibió a Paul Manafort (exconsejero de Donald Trump) el 30 de mayo de 2017, testigos presenciales dicen que el mismo Lenín Moreno ofreció entregar a Julian Assange a cambio de que EE.UU. le dé ayuda financiera.
"Luego recibió al vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, el año pasado y acordaron tres cosas: aislar a Venezuela, dejar en la impunidad a Chevron y sacar a Julian Assange de la embajada de Ecuador", señaló.
"Lenín Moreno es una marioneta de Estados Unidos", denunció el exmandatario.
Caso de corrupción
Para Correa, el elemento que terminó por acelerar el desenlace de este jueves fue la difusión por parte de WikiLeaks de los Papeles INA, un caso de corrupción que supuestamente involucra a Moreno y su familia.
"El último factor fue que WikiLeaks publicó hace unos días un caso de corrupción muy serio que implica a la familia de Lenín Moreno y al propio Lenín Moreno", señaló el exmandatario.
"Es el final para él, terminará en la cárcel. Por eso, por venganza, quiso sacar a Assange de la embajada antes de salir del gobierno".
Respeto al derecho internacional
Correa reveló que durante su presidencia, el gobierno ecuatoriano mantuvo conversaciones sobre el caso Assange, también con Suecia, "en el más estricto marco de respeto mutuo".
"Somos -o éramos- un país soberano, no teníamos que pedir permiso a nadie para otorgar un asilo", expuso.
"Jamás hemos querido impedir la marcha de la justicia, como se quiso decir en un momento. Suecia siempre pudo interrogar a Julian Assange en la embajada, como finalmente lo hizo, pero después de muchos años".
El exmandatario contó que su gobierno revisó el caso de Assange durante dos meses antes de concederle el asilo en junio de 2012 y explicó por qué lo aprobaron.
"No estuvimos de acuerdo con todo lo que (Assange) hizo. Por ejemplo, creo que los países sí necesitan mantener alguna información confidencial.
"Lo que quisimos impedir después de estudiar su caso es que lo extraditaran a EE.UU. donde los halcones norteamericanos querían juzgarlo con una ley que incluía la pena de muerte.
"No tenía posibilidades de un juicio justo y podía exponerse a la pena de muerte, lo cual contradice la Constitución ecuatoriana, contradice el sistema interamericano de derechos humanos, la Convención de San José, y contradice todos los instrumentos de derechos humanos", subrayó.
Qué pasará con Assange
El expresidente ecuatoriano le dijo a la BBC que, durante su gobierno, tanto Reino Unido como Estados Unidos no se atrevieron a presionarle a él directamente, aunque sí hubo conversaciones entre cancilleres y embajadores.
"El gobierno británico fue muy arrogante, no quisieron ser flexibles. La solución estaba en sus manos, que le hubieran dado un salvoconducto para que abandonara la embajada", opinó.
En cuanto a lo que pasará con el fundador de WikiLeaks a partir de ahora, Correa tiene una imagen bastante clara: "Yo creo que va a ser extraditado, espero que no lo sea, pero no veo otra opción. Para eso lo sacaron de la embajada, para entregárselo a los estadounidenses".