Quién era Heather Heyer, la activista que murió arrollada en Charlottesville
Heather Heyer cruzaba el sábado una calle estrecha de la ciudad estadounidense de Charlottesville (Virginia), cuando un automóvil aceleró sorpresivamente y se la llevó por delante.
En seguida las redes sociales se llenaron de videos del momento. Se oyeron gritos, los que pudieron escapar del arrollamiento se replegaron y otros, quizá por adrenalina, corrieron hacia el auto, intentando sin éxito alcanzarlo.
Antes de la brutal embestida, Heyer, de 32 años, se había reunido con varios compañeros de trabajo para protestar contra una marcha convocada por supremacistas blancos en la ciudad.
La asistente legal nacida en el estado de Virginia también era una activista por los derechos civiles y se convirtió en la única víctima fatal en un día que estuvo marcado por disturbios y agresiones.
Las autoridades de la ciudad dijeron en un comunicado que "nunca" podrán "compensar la muerte de un miembro" en la comunidad" y que "este acto de violencia insensible abre un vacío en nuestros corazones".
A pocas horas del incidente, un joven blanco de 20 años llamado James Alex Fields fue arrestado y acusado de homicidio en segundo grado, según detalló la policía. La colisión también dejó al menos 19 heridos.
La muerte de Heyer causó conmoción nacional, por el hecho violento y por el contexto simbólico en el que murió, así como las reacciones y condolencias de quienes la conocieron.
"Heather quería detener el odio"
La madre de Heyer, Susan Bro, le dijo al medio estadounidense HuffPost que su hija había ido a protestar contra la marcha supremacista porque "quería ponerle un fin a la injusticia".
"A Heather no le gustaba odiar, Heather quería detener el odio", declaró.
Los ultranacionalistas que llegaron a Charlottesville tenían como objetivo protestar contra la remoción de una estatua del general confederado Robert E. Lee, considerado por muchos como un símbolo de la esclavitud en el país.
Aunque Heyer no hacía parte de ninguna organización por la defensa de los derechos civiles, tenía "un fuerte sentido de la justicia social y esto era un tema constante en su vida personal y profesional", dijo a la agencia Reuters Alfred Wilson, quien trabajó por más de cinco años con ella en la firma de abogados Miller Law Group.
Según Wilson, gran parte del trabajo de Heyer consistía en ayudar a las personas a evitar ser desalojadas de sus casas o a pagar sus deudas médicas.
"Era una mujer con posturas sólidas", que "hacía saber que lo más importante para ella era la equidad", dijo.
La asistente legal utilizaba las redes sociales para dar a conocer sus posturas contra el racismo y la xenofobia, según pudo constatar el diario The Guardian.
En su penúltima publicación en Facebook, en octubre de 2016, compartió un enlace a una página web que alentaba a aquellos temerosos de los musulmanes que estrecharan amistad con alguno.
Apoyo masivo
Una de las amigas de Heyer, Felicia Correa, lanzó una campaña en línea para recolectar fondos para la familia de la víctima.
En tan solo 18 horas, más de 7.000 personas donaron casi US$205.000. Algunos de los que aportaron propusieron que se creen becas estudiantiles en honor a Heyer, aunque otros criticaron que la suma inicial a recolectar fuese US$50.000 y luego aumentara.
Según la descripción de la campaña que Correa escribió en el portal, los fondos irán "para su familia y todo aquello que puedan necesitar".
En Charlottesville, el domingo amaneció sin disturbios, pero con altares en las calles en homenaje a Heyer como un recordatorio de lo que pasó.