Fue una muestra dramática de solidaridad que ha escalado las antiguas tensiones entre Rusia y Occidente.
El lunes, Estados Unidos y sus aliados expulsaron a decenas de diplomáticos rusos en respuesta al envenenamiento de un exespía ruso en Reino Unido.
Fue la mayor expulsión de este tipo desde el punto más álgido de la Guerra Fría y las hostilidades con la entonces Unión Soviética.
Ahora hay temores de una crisis diplomática grave y un congelamiento de las relaciones entre Moscú y Occidente, lo cual parece haber despertado el fantasma de la Guerra Fría una vez más.
¿Qué fue la Guerra Fría?
El término describe las tensas relaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética entre 1945 y 1989.
Ninguno de los bandos peleó contra el otro de forma directa debido a que los temores de una guerra nuclear, pero la confrontación mantuvo bajo tensión a millones de personas en esa época: sólo contemplarla resultaba muy aterrador.
En lugar de ello, los historiadores consideran que fue una guerra entre dos sistemas opuestos de gobierno.
Estados Unidos y Occidente representaban al capitalismo, y la Unión Soviética al comunismo.
Ambos bandos tenían ideas muy diferentes de cómo dirigir un país y ambos pensaban que su sistema era superior. Una fuente de enorme tensión fue que ambos creían que el otro estaba tratando de propagar sus creencias alrededor del mundo.
¿Cómo ocurrió?
No hay una sola respuesta para esta pregunta, pero los historiadores por lo general apuntan al fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, como un momento clave.
Esto debido a que durante la contienda, Estados Unidos y la Unión Soviética habían sido aliados pero la relación se forjó frente a un enemigo común, la Alemania nazi, y no duró.
La guerra dejó a Europa dividida y ambos bandos emergieron como las superpotencias más dominantes del planeta.
Debido a sus sistemas de creencias opuestas, hubo desacuerdos sobre cómo debía ordenarse el mundo de la postguerra y cómo Europa debía ser dividida.
Esto provocó una feroz rivalidad y congelamiento en las relaciones a medida que ambas potencias competían por la dominación.
¿Qué pasó después?
Los dos bandos se organizaron en grandes alianzas. Estados Unidos y Occidente formaron la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y la Unión Soviética formó el Pacto de Varsovia con países de Europa oriental, como Polonia y Hungría.
Crucialmente, un lado temía al otro y por ello comenzaron rápidamente a almacenar armamentos.
Para los 1960, Estados Unidos y la Unión Soviética ya eran capaces de lanzar misiles nucleares intercontinentales a altas velocidades.
Para el fin de la década ambos desarrollaron sistemas de misiles antibalísticos para defenderse.
Faltó poco para que estallara una guerra nuclear después de la Crisis de Misiles de Cuba en 1962.
Las "guerras subsidiarias" o "por terceros", en las que Estados Unidos y la Unión Soviética apoyaban a un bando sin participar directamente, eran comunes.
"La Guerra Fría nunca fue realmente tan fría", dice Malcolm Craig, profesor de historia de Estados Unidos de la Universidad John Moores en Liverpool, Inglaterra.
"Millones de personas murieron en conflictos de apoderados o en conflictos en los que la superpotencias trataron de imponerse sin ningún reconocimiento de la naturaleza local y fundamental de los conflictos. Para los camboyanos, congoleses, coreanos, etíopes, somalíes y muchos muchos más, la Guerra Fría fue una guerra muy caliente".
¿Cómo se compara la Guerra Fría con las tensiones actuales?
Hay ciertamente ecos de la Guerra Fría en las recientes expulsiones de diplomáticos rusos.
En 1986, por ejemplo, Estados Unidos y la Unión Soviética llevaron a cabo expulsiones de "ojo por ojo" durante un período de varias semanas.
El entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, obligó a dejar el país a 80 diplomáticos rusos, cinco de ellos sospechosos de espionaje.
También ha habido comparaciones del envenenamiento de un exespía ruso y el comportamiento soviético durante la Guerra Fría.
"La Unión Soviética claramente intentó y mató a personas que no le gustaban en el extranjero", dice Michael Cox, profesor emérito de Relaciones Internacionales de la London School of Economics.
"Así que no es que Rusia esté haciendo algo novedoso en ese sentido".
Pero la historia de este tipo de comportamiento de Moscú va mucho más lejos que la Guerra Fría.
"Las tácticas que están ahora en las noticias, como asesinatos, tienen una historia que trasciende a esa confrontación", dice Malcolm Craig. "La sensación de que enfrentamos una nueva Guerra Fría debido a esas tácticas es ligeramente falsa".
Entonces, ¿cuánto deberíamos preocuparnos?
"Todavía tenemos armas nucleares y esto sigue siendo una gran poder disuasivo. Hay relaciones económicas importantes entre Rusia y la Unión Europea, las cuales no son insignificantes. También hay muchos rusos que viven en Occidente", afirma Michael Cox.
También hay diferencias fundamentales entre la Unión Soviética y la Rusia de hoy, lo cual hace que las tensiones actuales sean menos preocupantes.
"Rusia no es la Unión Soviética, y su posición internacional es bastante, bastante diferente", afirma Malcolm Craig. "Está mucho más firmemente integrada en el sistema económico global que lo que estaba la Unión Soviética, lo cual la hace más susceptible a la presión económica".
"No puedo imaginar que Putin desee un congelamiento de relaciones a largo plazo o más y más sanciones", agrega Michael Cox.
Pero advierte que las tensiones presentes son impredecibles.
"Lo único que la Guerra Fría logró, al menos hasta 1989, fue mantener a los dos bandos bastante distanciados uno del otro. Hubo una especia de aceptación de las esferas de influencia", afirma.
"Las zonas de demarcación parecen haberse roto completamente".