Qué es la "Política del Sol" con Corea del Norte, que propicia el nuevo presidente Moon Jae-in
La victoria de Moon Jae-in en las elecciones de Corea del Sur augura un cambio en la política de este país hacia Corea del Norte.
Además de poner fin a meses de inestabilidad política tras el escándalo que acabó sacando del poder a Park Geun-hye, la victoria de Moon en las elecciones celebradas este martes pone en el poder a un partidario del diálogo con Corea del Norte.
No en vano, Moon tuvo gran implicación en un gobierno anterior de centro izquierda, que entre 2003 y 2007 tendió la mano a Pyongyang bajo la aplicación de la llamada "Política del Sol".
"Seré presidente de todos los surcoreanos", dijo a sus seguidores en la plaza Gwanghwamun, en la capital del país, Seúl, al proclamarse ganador de las elecciones.
Cuando se había escrutado el 80% de los votos, la Comisión Nacional Electoral daba a Moon más de un 40%. El candidato liberal se imponía así al conservador Hong Joon-pyo (25,5%) y al centrista Ahn Cheol-soo (21,5%).
Se espera que el electo presidente Moon juramente el miércoles.
¿Se viene un cambio con Corea del Norte?
Stephen Evans, corresponsal de la BBC en Seúl, destaca el "cambio real" en la política hacia Corea del Norte que supone la elección de Moon.
Su política es aumentar el contacto y el diálogo con ese país, en contraste con las sanciones estrictas que ha recibido en los últimos 10 años, y con el gobierno de la expresidenta Park, que cortó casi todos los lazos con su vecino.
Moon ha sido crítico con los dos gobiernos conservadores anteriores por no detener el desarrollo de armas nucleares de Corea del Norte.
Cuando Moon fue asistente en el gobierno de Roh Moo-hyun, la década pasada, Corea del Sur aplicaba la llamada "Política del Sol", que implicaba cooperar y mantener más contacto político con el vecino del norte.
Pero fue abandonada con las pruebas de armas nucleares ejecutadas por Corea del Norte.
"Mientras parece que la política en Corea del Sur va a cambiar, muchos escépticos siguen pensando que ninguna conversación con Kim Jong-un lo persuadirá de renunciar a su poder despótico o a sus ambiciones nucleares", comenta Evans.
Durante los últimos ocho años, Seúl y Washington han aplicado sanciones cada vez más estrictas y han aislado cada vez más a Corea del Norte.
"Ese no es el camino de Moon", dice Evans. "¿Es el de Donald Trump?", se pregunta.
El corresponsal agrega que el presidente electo no está contento con el despliegue del sistema de Defensa Área de Alta Altitud Terminal (Thaad, por sus siglas en inglés), un mecanismo antimisiles estadounidense, en suelo surcoreano, que está operativo desde mayo.
Mientras que las tensiones en la península coreana propiciaron que las elecciones fueran observadas de cerca por la comunidad internacional, para los surcoreanos la prioridad ha sido la corrupción y la economía, ya que el desempleo entre los jóvenes se mantiene persistentemente alto.
Moon ha hablado de reformar los enormes conglomerados familiares de Corea del Sur, conocidos como chaebols, que dominan la economía interna.
¿Quién es Moon?
Hijo de refugiados de Corea del Norte, Moon fue encarcelado mientras era estudiante en la década de 1970 por dirigir protestas contra el gobierno militar de Park Chung-hee, padre de Park Geun-hye.
Luego, sirvió en las fuerzas especiales de Corea del Sur antes de convertirse en abogado de derechos humanos.
Se desempeñó como asistente principal del presidente liberal Roh Moo-hyun, que se suicidó en 2009 después de dejar el cargo en medio de acusaciones de sobornos.
Moon, del Partido Demócrata de centro-izquierda, compitió contra Park Geun-hye en las elecciones de 2012.
De cara a estas últimas elecciones, se había como el hombre que puede hacer que el país siga adelante después de los escándalos de la era de Park.
"Siento que no sólo mi partido y yo, sino también la gente ha estado más desesperada por un cambio de gobierno", dijo mientras votaba.