La muerte del general Qasem Soleimani, comandante de las Guardias Revolucionarias de Irán y uno de los hombres más poderosos de ese país, sin duda incrementará las tensiones que ya existían entre Washington y Teherán.
Irán ya prometió "una venganza severa" en respuesta al ataque aéreo de Estados Unidos que provocó la muerte del militar cuando viajaba en un auto en el aeropuerto de la capital iraquí, Bagdad. Junto al general iraní también murió Abu Mahdi al-Muhandis, líder de las Fuerzas de Movilización Popular.
Soleimani era una importante figura militar y política, no sólo en su país sino en toda la región de Medio Oriente donde mantenía estrechos vínculos con grupos paramilitares y milicias chiitas.
Los expertos afirman que las consecuencias de su muerte serán considerables y algunas se sintieron de inmediato tras el ataque de este viernes.
1. El aumento en los precios del petróleo y el oro
El mercado de materias primas reflejó con intensidad el aumento de la tensión en Medio Oriente tras la muerte del general Soleimani.
Los hechos impactaron de forma directa el precio del petróleo: el barril del "brent" subió cerca del 3%, superando el nivel de los US$68 y alcanzando los niveles más altos desde septiembre.
El crudo West Texas, de referencia en Estados Unidos, elevó su previo sobre los US$63 por barril, los niveles más altos desde mayo pasado.
Asimismo, el oro -considerado uno de los activos más reclamados en tiempos de turbulencia- también vio incrementado su valor en más de 1%, por encima de los US$1.540 por onza.
Esta es la mayor subida diaria desde el pasado 31 de octubre.
Los expertos no descartan más incrementos en el precio del crudo y el oro si continúan las tensiones en Medio Oriente. Pero también apuntan que, en situaciones previas de tensión geopolítica, los mercados se han recuperado rápidamente.
En septiembre, los precios del petróleo se dispararon tras un ataque con dron en instalaciones de petróleo de Arabia Saudita, pero los mercados se estabilizaron rápidamente.
"Ya hemos visto esta historia antes", le dijo al diarioThe Wall Street Journal Fahan Kamal, jefe de estrategia de mercado del banco privado Kleinwort Hambros, refiriéndose a las tensiones de Medio Oriente.
"El mayor riesgo es que un evento se salga de control y veamos un contagio y una enorme represalia. Pero no esperamos que esto suceda", dijo el experto.
2. Más ataques y represalias en la región
La muerte del general Soleimani representa una drástica escalada en el conflicto de bajo nivel que han sostenido durante años Estados Unidos e Irán.
Al explicar su decisión de llevar a cabo el ataque contra Soleimani, el Pentágono dijo que tenía el objetivo de ser un disuasivo, ya que el general "estaba activamente desarrollando planes para atacar a diplomáticos y personal militar estadounidenses en Irak y en toda la región".
Los expertos afirman, sin embargo, que es poco probable que la muerte del general no provoque una robusta respuesta de Irán tanto contra Estados Unidos como contra sus aliados en la región como Israel y Arabia Saudita.
Los líderes iraníes convocaron a una reunión de seguridad de alto nivel para para discutir las acciones que se tomarán y el líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, emitió una declaración llamando a tres días de duelo público y posteriores represalias.
El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Javid Zarif, dijo que el ataque era una "ingenua y peligrosa escalada" de tensiones y calificó la muerte del general como "un acto de terrorismo internacional".
El presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo sin embargo que el ataque fue realizado para "detener una guerra. No actuamos para iniciar una".
Tal y como señala Lyse Doucet, corresponsal de Asuntos Internacionales de la BBC, la muerte de Soleimani "es algo enormemente significativo y cruza una línea roja para Irán".
"Qasem Soleimani era una figura con estatus de culto entre sus hombres, tanto de la Guardia Revolucionaria Islámica como de los muchos grupos milicias que ayudó a crear en toda la región".
"En Irán era considerado una celebridad y, ya sea que lo hayan adorado u odiado, (su muerte) unirá a Irán y creo que el primer acto de represalia en el país será organizar un funeral público masivo para enviar un mensaje muy claro de que para Irán su muerte es un acto que tendrá consecuencias masivas", señala Doucet.
Entre las posibles represalias que teme Estados Unidos están potenciales ciberataques y actos de terrorismo contra sus intereses y sus aliados tanto en el país como en la región.
Expertos en la región han advertido sobre la posibilidad de ataques contra intereses estadounidenses en Irak, Irán, Siria y Líbano a través de milicias aliadas como Hezbolá, así como sobre la posible detención o el secuestro de extranjeros en estos países y en el Medio Oriente en general.
Israel también se está preparando para ataques iraníes y algunos de los sitios turísticos más populares de ese país, incluida la estación de esquí de Mount Hermon, fueron clausurados, informaron funcionarios de ese país.
3. ¿Una guerra entre Estados Unidos e Irán?
La muerte de Qasem Soleimani tuvo lugar después de que, a pesar de las tensiones, todas las partes en la región aseguraran que querían evitar una guerra.
En meses pasados, una serie de ataques con cohetes de Irán dirigidos a la presencia militar de Estados Unidos en Irak fueron recibidos por Washington como una molestia, más que una amenaza.
Pero después de un ataque el domingo pasado en el que murió un contratista estadounidense en una base militar cerca de Kirkuk, Irak, Trump ordenó cinco ataques aéreos contra los aliados militares iraquíes de Irán.
Los iraquíes a su vez respondieron con el asedio la embajada estadounidense en Bagdad, y se cree que este hecho provocó el ataque contra Soleimani.
La pregunta que muchos se plantean ahora es ¿está Irán preparado para enfrentar una guerra contra Estados Unidos y sus aliados en la región?
Tal como apunta David Garner, editor de asuntos internacionales del diario The Financial Times, "Irán y sus apoderados en la región han absorbido varios ataques aéreos contra sus combatientes y sus bienes: llevados a cabo por Israel en Siria, por Estados Unidos en Irak o Arabia Saudita en Yemen".
Irán, por su parte, llevó a cabo el año pasado una serie de ataques contra barcos petroleros en el Golfo y el asalto con drones y misiles contra instalaciones petroleras de Arabia Saudita en septiembre, el cual temporalmente eliminó la mitad de la producción del reino.
"Esto fue una demostración deliberada de las capacidades iraníes. Los sauditas no respondieron a ella y tampoco respondió la Casa Blanca de Trump, para el horror extendido de sus aliados regionales", dice Garner.
"La operación de Estados Unidos en el aeropuerto de Bagdad, sin embargo, que liquidó a un comandante que el régimen iraní había convertido en una leyenda popular y estaba preparando para el más alto cargo en el país, es algo a lo que casi ciertamente responderá la república islámica con furia de armas de cañón múltiple".
Por su parte Lyse Dooucet, de la BBC, afirma que la muerte del general Soleimani "intensificará lo que ya es una situación extremadamente tensa y volátil" en una región ya marcada por las guerras y la convulsión política.
"Los funcionarios iraníes son categóricos: este es un acto de guerra que debe ser respondido con una 'dura represalia'. Irán tiene muchas formas y medios de contraatacar a medida que esta crisis de larga ebullición súbitamente se convierte en un nuevo y peligroso capítulo".
"Se espera una represalia significativa por parte de Irán, y esto podría conducir a un ciclo de acción y reacción que podría acercar a EE.UU. e Irán a un totalconflicto", según el corresponsal de Defensa y Asuntos Diplomáticos de la BBC, Jonathan Marcus.
En declaraciones al diario The New York Times, Robert Malley, director de International Crisis Group y quien trabajó en el gobierno de Barack Obama como coordinador para Medio Oriente y África del Norte, aseguro que "sea que el presidente Trump tuviera esa intención no, (lo ocurrido) es para todos los propósitos prácticos una declaración de guerra".
Pese a esta declaración, Marcus cree que es importante "no exagerar ni tampoco subestimar" la importancia del momento.
"Esto no provocará una Tercera Guerra Mundial. Países clave que podrían estar involucrados en tal guerra, como Rusia y China, no son actores importantes en este conflicto (...). Pero esto podría ser un momento decisivo para Oriente Medio y para el papel que juega Washington en él", asegura.