¿Pueden evitarse los ataques con vehículos como el de Las Ramblas en Barcelona?
La ciudad de Barcelona se despertó este viernes todavía conmocionada por la muerte de 13 personas arrolladas por una furgoneta en la emblemática calle de Las Ramblas el día anterior.
El golpe en el corazón de la ciudad fue seguido de otro incidente en el que un coche con cinco atacantes atropelló a varias personas en Cambrils, un pueblo costero de la provincia contigua de Tarragona. Una de ellas murió.
Estos dos ataques se unen a una siniestra lista de atentados con vehículos cometidos contra lugares simbólicos y en eventos multitudinarios en ciudades europeas.
Sin contar los dos recientes en Cataluña, ha habido ocho incidentes de este tipo desde diciembre de 2014, cuando una furgoneta irrumpió en un mercado navideño en la ciudad francesa de Nantes, causando 20 heridos.
Y la pregunta que muchos se hacen es: ¿pueden evitarse estos ataques indiscriminados de vehículos contra peatones?
"No existe nunca un riesgo 0. Ni la mejor policía del mundo podría impedir todos los intentos de atentados terroristas", le dice a BBC Mundo Xavier Torrens, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Barcelona y experto en terrorismo islamista yihadista.
Lo mismo aseguraba el corresponsal de asuntos domésticos de la BBC, Dominic Casciani, después de que un camión de gran tonelaje matara a 84 personas atropelladas en Niza (Francia), cuando celebraban la fiesta nacional en julio de 2016.
Pero más allá del consenso sobre la imposibilidad de asegurar una ciudad completamente, sí existen medidas que pueden tomarse para establecer barreras que eviten que un vehículo pueda causar daños irrumpiendo en el espacio público, como sucedió en Las Ramblas cuando la camioneta recorrió unos 500 metros en zig-zag arrollando a gente.
En un artículo publicado hoy en el diario local Ara, Torrens asegura que "a partir de ahora, se deberá reforzar los espacios todavía mucho más, tanto con barreras y bolardos (hace más de un año que lo reclamamos los expertos) como con más presencia de los Mossos d'Esquadra", la policía catalana.
Los bolardos son obstáculos de hierro, piedra u otro material colocados en el suelo de una calle.
En una entrevista con Catalunya Radio, a la alcaldesa de Barcelona Ada Colau le preguntaron "por qué no había más medidas en un punto como las Ramblas", ya que mucha gente "considera que se deberían haber instalado bolardos para impedir que los coches pudieran acceder a la acera".
La respuesta de Colau fue que en Las Ramblas sí había medidas de seguridad y que es precipitado sacar conclusiones a día de hoy sobre cómo se podría haber evitado el ataque de Barcelona.
Además, la alcaldesa afirmó que "la furgoneta era de pequeñas dimensiones y podía haber esquivado unos bolardos".
Y dijo que una de las medidas tomadas por el consistorio ha sido aumentar la presencia policial en puntos estratégicos de la ciudad.
El ayuntamiento de Barcelona recordó también que en el pasado se han colocado dispositivos policiales "donde ha hecho falta", se ha restringido el tráfico puntualmente en espacios y calles, se han colocado barreras físicas en eventos concretos y se restringido el tráfico de camiones en eventos como la cabalgata de Reyes.
Y afirmó que, como autoridad local de Barcelona, el gobierno municipal ha seguido en todo momento los protocolos establecidos por las autoridades competentes en materia antiterrorista.
Maceteros en Madrid
Tras el ataque contra un mercado navideño en Berlín en año pasado, medios españoles reportaron que la Policía Nacional instó a que las autoridades locales discutieran "medidas de protección física que impidan ataques similares" a los de Berlín y Niza.
Y el ayuntamiento de Madrid colocó en la pasada madrugada grandes maceteros a la entrada de las calles peatonales del centro para evitar un ataque como el de Barcelona, reportan este viernes medios españoles.
Para Jofre Montoto, analista experto en yihadismo basado en Barcelona, estas medidas son "efectivas y recomendables", puesto que colocar objetos como bolas de cemento o palos de hierro en las calles es relativamente barato, poco agresivo a la vista, y puede salvar vidas.
"Con un planeamiento cuidadoso, las ciudades pueden ser 'reforzadas' con el uso creativo de barreras especiales y bolardos capaces de soportar impactos directos e impedir que un camión alcance su objetivo", concuerda Casciani.
En Reino Unido, por ejemplo, las autoridades han instalado barreras en el puente de Westminster, donde también hubo un ataque de este estilo en marzo de este año.
"Pero los atacantes podrían elegir otro lugar abarrotado", recuerda el corresponsal de seguridad de la BBC, Gordon Corera.
Según Corera, las autoridades británicas están ejerciendo más controles sobre los alquileres de furgonetas que se reservan con poco tiempo de antelación, pero esto tampoco asegura el éxito.
"El problema es que estos ataques requieren solo objetos del día a día. Simplemente un coche, sin pistolas o explosivos", afirma Corera.
El Parlamento británico está también rodeado por un sistema de barreras negras diseñadas para detener a un camión que avance a alta velocidad.
Pero por mucho que las autoridades refuercen las zonas más sensibles, "si los atacantes cambian los puntos de referencia nacionales por los que se conoce en la jerga de seguridad como "objetivos blandos", ¿cómo podría quedar algún lugar que sea seguro?", se preguntaba Casciani tras el ataque de Niza.
Y, por supuesto, está el tema más amplio de cómo evitar la radicalización de personas que luego terminen cometiendo ataques.
En este caso todavía no ha trascendido mucha información sobre los responsables de los atentados en Barcelona y Cambrils, pero Montoto recuerda que para luchar contra el extremismo islamista es necesaria una doble labor: la policial y la de los servicios sociales y las familias.
"Esta rama es aun más importante que la primera", afirma el experto, que dice que en Cataluña ya ha habido casos de éxito en la prevención de la radicalización.