En un intenso debate demócrata, digno de Las Vegas, la ciudad donde se celebró, el multimillonario Michael Bloomberg recibió ataques de todos lados este miércoles.
Desde que lanzó su acaudalada y poco convencional campaña en noviembre, por primera vez el exalcalde de Nueva York se enfrentó directamente a sus oponentes en un debate.
Y salió bastante golpeado, retóricamente hablando. Aunque no fue el único.
Su rival, el expresidente Joe Biden, recibió fuertes reclamos del público por su política migratoria durante sus declaraciones finales.
Deportaciones
Hacia el cierre del debate, cada aspirante debía dar sus argumentos finales sobre por qué los demócratas deben darle su apoyo como candidato presidencial.
Cuando llegó el turno de Biden, algunas personas del público empezaron a gritar "¡deportaste a tres millones de personas!", en alusión a su gestión en el gobierno de Barack Obama (2009-2017).
También gritaron DontLookAway ("No mires a otro lado") y NoKidsInCages ("No más niños en jaulas"), hasta que el servicio de seguridad escoltó a los activistas afuera del estudio de televisión en el que se celebraba el debate.
Biden pudo entonces continuar con sus declaraciones.
La organización "Raíces", que busca una reforma migratoria en EE.UU., se atribuyó la interrupción del debate.
The Democrats cannot win without supporting the immigrant community. #DemDebate
— RAICES Action (@RAICESACTION) February 20, 2020
Dos miembros del grupo explicaron en un video en Twitter sus motivos para la intervención.
"La principal razón por la que hicimos esto e interrumpimos a Biden es porque en los últimos tres debates no ha habido ninguna pregunta sobre migración, no ha habido conversación", dijo una de ellas.
"No lo lamentamos. La inmigración fue el último tema del debate y ni siquiera tuvieron tiempo de hablarlo. Eso no está bien [...] Así que no lo lamentamos", agregó.
Todos contra Bloomberg
Desde el inicio del debate, candidato tras candidato se turnaron para atacar al recién llegado al concurso, como en el equivalente político de una partida de lucha libre.
Elizabeth Warren mencionó los comentarios despectivos que Bloomberg ha hecho en el pasado sobre las mujeres y los acuerdos privados a los que llegó para resolver acusaciones de acoso sexual y hostilidad en el lugar de trabajo.
"Los demócratas corren un gran riesgo si solo sustituimos a un arrogante multimillonario por otro", dijo la senadora en un intento de vincular a Bloomberg con Donald Trump.
Bernie Sanders no tardó en destacar el apoyo del exalcalde a la política policial de la ciudad de Nueva York conocida como stop-and-frisk ("detener y registrar"), que fue criticada por activistas de derechos civiles.
Amy Klobuchar acusó a Bloomberg de esconderse detrás de sus anuncios de televisión, mientras que Joe Biden destacó las críticas del multimillonario neoyorquino contra la reforma de salud de Barack Obama.
Mientras tanto, Pete Buttigieg atacó tanto a Bloomberg como a Bernie Sanders, quien lidera las encuestas nacionales por ahora.
Advirtió que si Sanders y Bloomberg son los únicos candidatos que quedan en pie después de las próximas rondas de votación, los demócratas se quedarán con dos figuras polarizadoras: "un socialista que piensa que el capitalismo es la raíz de todo mal y un multimillonario que piensa que el dinero es la raíz de todo poder".
"No deberíamos tener que elegir entre un candidato que quiere quemar este partido y un candidato que quiere comprar este partido", agregó el exalcalde de South Band, en Indiana.
Defensa
Todos los oponentes de Bloomberg tenían sus líneas de ataque ensayadas y listas, mientras que Bloomberg parecía luchar para mantenerse en pie.
Se disculpó por su política de stop-and-frisk diciendo que no se daba cuenta de lo dañina que era para la comunidad negra de su ciudad.
Pero defendió su decisión de no levantar la confidencialidad de los acuerdos que mantienen en privado los detalles de las demandas contra sus empresas, y aseguró que nadie lo había acusado de hacer nada malo, excepto de alguna broma que probablemente no gustó.
Su respuesta desató abucheos de la audiencia.
Han pasado más de 10 años desde la última vez que Bloomberg participó en un debate político.
La noche del miércoles se lanzó de cabeza al fondo de la piscina. El público estadounidense pronto tendrá la oportunidad de decidir si se hunde o sale a flote.