La polémica nacional en Estados Unidos en torno a la venta de armas tras la matanza de 17 personas el pasado 14 de febrero en la escuela de Parkland, en Florida, vive un nuevo capítulo con la inesperada decisión de dos grandes cadenas comerciales.
Dick´s, con más de 600 tiendas dedicadas a la venta de equipamiento deportivo, entre las que se incluyen las armas, anunció que dejará de vender fusiles de asalto, como el utilizado por el homicida de Parkland.
También informó de que ya no venderá ningún arma de fuego a menores de 21 años.
Poco después era Walmart, otro gigante de la distribución en el país, el que elevaba hasta 21 años la edad mínima para hacerse con un arma de fuego en sus establecimientos.
Walmart había dejado de ofertar fusiles de asalto después de la matanza de Sandy Hook, en 2012, y ahora además dejará de vender también los llamados "cargadores de alta capacidad", que permiten disparar más tiros sin tener que detenerse a recargar el arma.
El paso dado por estas dos empresas se conoció el mismo día que los alumnos de la escuela Stoneman Douglas, que el joven Nikolas Cruz sembró de cadáveres con su fusil AR-15, volvieron por fin a sus clases.
Las protestas organizadas después por los estudiantes de este centro de secundaria en demanda de un mayor control de la venta de armas han copado la atención nacional y parecen estar dando sus primeros resultados.
En el comunicado en el que anunció su nueva postura respecto a las armas, la cadena Dick's tuvo un mensaje para los jóvenes de la Stoneman Douglas: "Os hemos oído. La nación os ha oído".
Los estudiantes, junto a grupos activistas organizados en las redes y en las calles, exigen a las autoridades medidas de control del armamento.
También piden a las empresas que rompan sus vínculos con Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés), el lobby proarmas que se opone firmemente a la prohibición de la venta de los fusiles de asalto y la elevación a los 21 años de la edad legal para la adquisición de armas.
Al contrario de lo que sucedió tras otras matanzas en el país, como la de Las Vegas en octubre de 2017 o la de la escuela de Sandy Hook en 2012, la voz de quienes abogan por un mayor control para frenar la pérdida de vidas parece esta vez abrirse paso.
Mensaje de Trump
Los legisladores de Florida debatían en la cámara estatal la introducción de medidas de control a la venta de armas. Horas antes, varias compañías habían anunciado el fin de los descuentos que ofrecían a los miembros de la NRA.
Los líderes republicanos en el Congreso se han opuesto a aumentar a 21 años la edad legal para comprar armas a nivel federal, pero el presidente, Donald Trump, dijo que "pensaría seriamente en esto" y, en un encuentro con congresistas, reclamó a los miembros de su partido y a los demócratas que alcancen un acuerdo sobre el tema.
En esa misma reunión, Trump sorprendió diciéndoles a los republicanos Pat Toomey y Joe Manchin que tenían miedo del NRA.
"Tienen gran poder sobre ustedes", le dijo Trump a un republicano. "Tienen menos poder sobre mí (...). Algunos de ustedes están petrificados".
La candidatura de Donald Trump a la Casa Blanca recibió apoyo y financiación de la NRA.
Pero mientras en la arena política se resuelve un debate con hondas implicaciones, las compañías ya han empezado a actuar en respuesta a las llamadas al boicot a la NRA.
Las aerolíneas United y Delta, que juntas transportan unos 300 millones de pasajeros al año, informaron de que dejarán de aplicar los descuentos que ofrecían a los integrantes de la polémica asociación y le pidieron que su imagen deje de figurar en su web de la NRA.
No fueron las únicas que ahora quieren tomar distancia de quien fuera su socio.
Enterprise Holdings y Hertz, ambas dedicadas al alquiler de autos; el banco First National Bank of Omaha; las aseguradoras Chubb y MetLife, Symantec, especializada en la seguridad informática; también dieron por rotos sus acuerdos y programas de colaboración comercial.
La NRA, que dice tener 5 millones de miembros, se defendió en Twitter.
"En lugar de culpar a las organizaciones que defienden el derecho de todos reconocido en la Segunda Enmienda, quizá la gente debería fijarse en la serie de errores del FBI y las fuerzas de seguridad locales", reclamó.
El FBI había sido alertado del peligro que suponía Nikolas Cruz y la oficina del Sheriff del condado de Broward reconoció que uno de sus agentes presente en la zona evitó enfrentarse al homicida.
El director ejecutivo de la NRA, Wayne Lapierre, acusó a los promotores de la campaña de boicot de ser "oportunistas" que utilizan la tragedia de la escuela de Parkland para abolir el derecho a portar armas que la Constitución reconoce a los estadounidenses.
"Odian a la NRA. Odian la Segunda Enmienda. Odian la Libertad individual", afirmó.
Lo cierto es que el actual parece estar teniendo más impacto que intentos anteriores en contra del lobby de las armas.
Scott Galloway, profesor de marketing, dijo en la NBC que la reacción de las compañías que han roto sus lazos con la NRA obedece al cálculo que han hecho de que es lo mejor para sus negocios.
"El consumidor más valioso es una persona de 18 años. Su reciente galvanización sobre el tema ha hecho a la NRA muy indeseable".
Bob Spitzer, investigador sobre política de armas en Universidad Estatal de Nueva York, coincidió en que los movimientos de compañías como Dick's o Walmart "son probablemente una reacción al tiroteo de Florida", pero afirmó que aún es muy pronto para calibrar cuál será su impacto real.
"Habitualmente lo que pasa es que la tormenta amaina y la NRA cuenta con ello".