Ha estado en los jardines de la residencia presidencial estadounidense, la Casa Blanca, por casi 200 años.
En ese tiempo ha sido el telón de fondo de múltiples ceremonias históricas e incluso se le incluyó en los billetes de US$20 que circularon entre 1928 y 1988.
Pero en los próximos días, una buena parte del emblemático árbol desaparecerá.
Melania Trump, la primera dama de Estados Unidos, solicitó la remoción de la planta porque se considera que es un riesgo para la seguridad de los visitantes y los residentes de la Casa Blanca.
Las raíces de la magnolia están dañadas y, según un trabajo realizado por la cadena de noticias CNN, especialistas del Arboreto Nacional de EE.UU., recomendaron cortarla a la brevedad posible.
De acuerdo a la evaluación realizada por los expertos, a la que tuvo acceso CNN, el árbol no puede sostenerse de manera natural.
"Su estructura está muy comprometida, es completamente dependiente del soporte artificial que tiene. Sin el sistema de cables que lo aguanta, se habría caído hace años. Así que es muy preocupante que, en este momento, parte de esos cables estén cediendo".
Daño irreversible
El árbol, cuyas ramas llegan hasta el segundo piso de la Casa Blanca, se encuentra en la fachada sur de la residencia. En esa zona suelen ubicarse los periodistas cuando el helicóptero presidencial despega.
Se le conoce como la magnolia de Jackson porque fue el séptimo presidente de Estados Unidos, Andrew Jackson, que ocupó el puesto entre 1829 y 1837, quien pidió que se plantara en honor a su esposa poco después de que ésta muriera.
Las semillas que se utilizaron para sembrarlo vinieron de un árbol que se encontraba en la granja que la pareja tenía en el estado de Tennessee, en el este del país.
Los problemas del árbol comenzaron a principios de la década de los 70. Una parte de su base se desplazó y la cavidad que dejó se rellenó con cemento.
En esa época era común utilizar ese procedimiento, pero de acuerdo a la opinión de varios expertos, lo que se hizo dañó la planta de forma irreversible.
En 1981 el cemento se reemplazó con un sistema de cables, que se mantiene en la actualidad.
Para el futuro
Una parte de la magnolia, sin embargo, sobrevivirá.
Según Stephanie Grisham, portavoz de la primera dama, Melania Trump solicitó que se conservaran semillas del árbol con el objetivo de sembrar una nueva planta en la misma zona en la que se encuentra la actual.
Tras la decisión, Chelsea Clinton, la hija del expresidente estadounidense, le agradeció a Trump a través de Twitter la propuesta de volver plantar un árbol de la misma especie.
"Gracias al jefe de horticultores y a todo el personal del Servicio de Parques Nacionales que han estado a cargo de los hermosos jardines de la Casa Blanca a lo largo de los años. Gracias a @FLOTUS por preservar parte del árbol que yo y tantos otros valoramos".
La magnolia de la Casa Blanca ha acompañado a residentes y visitantes a lo largo de 39 presidencias y ha sido testigo de la guerra civil estadounidense y de dos guerras mundiales.