¿Por qué una escena de "El Chapo" de Netflix indigna a los habitantes de un pueblo mexicano?
La escena sólo dura cuatro segundos, pero fueron suficientes para enojar a los vecinos de Ensenada, Baja California.
Y es que en el tercer capítulo de la serie Chapo, transmitido por Netflix, aparece una mansión de fachada blanca, techo de dos aguas y rodeada con jardines y palmeras.
El programa cuenta la vida de quien fuera uno de los fundadores del Cartel de Sinaloa, y durante varios años uno de los delincuentes más buscados del mundo.
Según el programa el edificio de paredes blancas es la lujosa residencia donde vive Joaquín Guzmán Loera, "El Chapo".
Pero en la vida real se trata del principal monumento histórico de la ciudad porteña: el Centro Social, Cívico y Cultural Riviera de Ensenada.
Para los habitantes de la ciudad el edificio es un motivo de orgullo. Y por eso la indignación.
Los millones de televidentes de Netflix pueden creer, señalan, que el principal icono de la ciudad se conozca como la residencia del exlíder del Cartel de Sinaloa y no como un recinto dedicado a las artes y la convivencia pacífica de la ciudad.
"La gente está molesta por ese tipo de imágenes que se difunden del emblemático edificio", le dice a BBC Mundo José Luis González Zataráin, director del Centro.
"Recibimos un sinfín de quejas por esa situación pero no estuvo en nuestras manos que usaran las imágenes".
Demanda judicial
Pero además de la vinculación que pueda crearse entre el Riviera y "El Chapo", hay algo más que enoja a las autoridades y vecinos de Ensenada:
Los productores de la serie, la televisora estadunidense Univisión, no les pidieron permiso para usar las imágenes del recinto cultural.
"Nos sorprendió porque la verdad de las cosas ni la administración del Riviera, ni el presidente municipal o el Ayuntamiento autorizaron la difusión de estas imágenes, menos para cosas negativas", señala González Zataráin.
El funcionario cree que los segundos que aparecen en la serie fueron tomados de internet, pero no hay certeza en ello.
Por lo pronto, el gobierno de Ensenada envió a la productora un documento para exigir una explicación, y eventualmente solicitar que se retiren las imágenes del Riviera de la serie.
Es el primer paso antes de un eventual juicio ante tribunales, dice el director del recinto cultural. Eso dependerá de la respuesta que, hasta ahora, no ha llegado.
Univisión, hasta ahora, no ha emitido comentarios sobre la polémica, aunque en sus comunicados a medios informa que la serie, en su primera etapa, se filmó en Colombia.
El gobierno de Ensenada dice que espera sólo unas semanas antes de promover un juicio contra la televisora estadunidense.
"Es discriminación"
Cuando a mediados de 2016 Netflix anunció la transmisión de la serie "El Chapo", los abogados de Guzmán Loera advirtieron que presentarían una demanda judicial por usar sin permiso la imagen de su cliente.
En ese entonces el capo estaba encarcelado en México, después de ser capturado por tercera vez.
En junio pasado, después que estrenó el programa, José Refugio Rodríguez, uno de los representantes legales del detenido, insistió en el eventual proceso jurídico.
El programa, afirmó, construye una imagen de su cliente a partir de señalamientos equivocados.
"Son dichos que no son ciertos. Lo presentan como un criminal despiadado y sin afectos. Son actos de discriminación", dijo a medios locales.
Pero semanas después del primer capítulo, no está claro si finalmente se promoverá un litigio judicial, ni tampoco si Joaquín Guzmán está enterado de la polémica.
El capo, según sus representantes legales en Nueva York, se encuentra prácticamente aislado.
BBC Mundo solicitó al abogado Rodríguez una posición sobre el caso, pero la respuesta fue que el equipo legal de Guzmán Loera no emitiría comentarios.
La razón: no quieren afectar el juicio que su cliente enfrenta en Estados Unidos.
Casino y ley seca
Ciertamente, el edificio de la polémica no siempre fue un centro cultural.
Desde su inauguración, en 1930, fue diseñado como un hotel que albergaba fundamentalmente a estadunidenses de California quienes escapaban por unos días de la Ley Seca que imperaba en su país.
En ese entonces la construcción se llamaba Playa de Ensenada y uno de sus atractivos, además de la posibilidad de consumir alcohol, era un casino instalado en su salón principal.
Cuando terminó la prohibición en Estados Unidos, el hotel se convirtió en destacamento militar durante el período de la Segunda Guerra Mundial.
Tras el conflicto el edificio volvió a ser un hotel hasta 1978, en que se convirtió en el actual centro cultural.
En febrero de 2014 el recinto fue declarado patrimonio histórico de la ciudad, algo que en Ensenada se toman muy en serio, dice González Zataráin.
"El edificio no se presta para este tipo de serie o telenovela", advierte.
"La verdad rechazamos cualquier imagen negativa hacia la ciudad pero más aún sobre el icono de Ensenada que es este edificio tan hermoso emblemático".