Rafael Correa está de vuelta en Ecuador.
Su llegada avivó pasiones. Unos, fueron para festejar su regreso, otros para abuchearlo. Los enfrentamientos entre los dos bandos hicieron que Correa tuviera que salir por una puerta alterna del aeropuerto.
El expresidente regresa de Bélgica, donde se encontraba desde julio pasado, a intervenir en una batalla política que ha dividido al gobierno, liderado por su propio partido Alianza País y por su sucesor y heredero político, Lenin Moreno.
Desde mayo, que tomó posesión de la presidencia, Moreno se ha distanciado de Correa, haciendo alianzas con empresarios y exponiendo la supuesta corrupción en el tiempo de su mentor.
Los políticos de Alianza País se han dividido en dos grupos, los que apoyan a Correa o a Moreno.
Correa acusa a su heredero político de "traición"
En su primera aparición en público tras su regreso, el expresidente acusó a Moreno de "traición" a su legado y de atacar a sus aliados cercanos.
El caso de más alto nivel es el del vicepresidente Jorge Glas, que está en prisión preventiva desde el pasado 2 octubre por supuesto delito de corrupción en el caso Odebrecht y a quien Correa defiende diciendo que es inocente.
En una rueda de prensa, Correa acusó a Moreno, quien llegó a ser su vicepresidente, de estar aliado "con lo peor de la política nacional".
Con ello se refiere a una supuesta alianza de Moreno con el derechista Partido Social Cristiano, con el grupo del expresidente populista Abdalá Bucaram y con banqueros a los que no identificó, informa EFE.
"Es una completa traición a nuestros principios", que parece una "contrarrevolución desde nuestras propias entrañas", dijo Correa a sus seguidores.
El expresidente dijo que, si Alianza País lo aprueba, pedirá la expulsión de Moreno y de otros críticos del exmandatario de esta formación.
La facción correísta ha llamado a una convención para el próximo 3 de diciembre, que no ha sido aprobada por la facción morenista.
Por su parte, en otro movimiento paralelo, la facción que apoya a Moreno anunció una convocatoria a otra convención que, entre otras cosas, busca impedir que Correa se presente a futuras elecciones presidenciales.