El astronauta japonés Norishige Kanai partió a la Estación Espacial Internacional (EEI) a mediados de diciembre y ahora que lleva tres semanas ahí: su cuerpo ya no es igual.
Kanai -y otros astronautas- llegaron para una misión de seis meses en la EEI y el lunes anunció en su cuenta de Twitter que habían medido la talla de la tripulación.
Tal vez el japonés no hubiera contado este procedimiento si no fuera porque su tamaño resultó inusual.
"Buenos días, a todos. Tengo un gran anuncio hoy. Nos midieron el cuerpo después de llegar al espacio y ¡wow, wow, wow!, he crecido nueve centímetros!", tuiteó Kanai.
Los astronautas en el espacio crecen, pero a un promedio de entre dos y cinco centímetros.
Esto se debe a la ausencia de gravedad, que hace que las vértebras se separen y que la columna se expanda.
"Nueve centímetros es mucho, pero es posible, sabiendo que cada cuerpo humano es diferente", dijo Libby Jackson, de la Agencia Espacial de Reino Unido, a la BBC.
Pero añadió que todas las personas responden de manera diferente.
"Crecí como una planta en solo tres semanas. Esto no me pasaba desde la secundaria", escribió el japonés de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón, pero agregó que este aumento de altura le preocupa.
Límites en Soyuz
Esta es la primera misión espacial para Kanai, que anteriormente era oficial médico de buceo de la Fuerza de Autodefensa Marítima de Japón.
"Estoy un poco preocupado por si entraré en el asiento de la nave Soyuz cuando regrese (a la Tierra)", contó en su Twitter.
La nave espacial Soyuz es la que lleva a los astronautas desde la Tierra hacia la EEI y viceversa, y sus asientos tienen un límite de altura.
Si los miembros de la tripulación crecen demasiado, podrían tener problemas.
En todo caso, los astronautas recuperan su altura original cuando regresan a la Tierra, por lo que Kanai se achicará nuevamente, cuando logre volver al planeta.