"Esto no está dirigido contra China. Va contra un banco, así como individuos y entidades en China".
Con esas palabras, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, intentó evitar la ira de Pekín tras el anuncio de sanciones por parte de Washington en contra del Banco de Dandong, una compañía de transporte y dos ciudadanos residentes en China.
Pese a su precaución, las medidas no cayeron bien en Pekín.
Tras el anuncio de sanciones, un portavoz del Ministerio de Exterior de China urgió a Washington a "parar las acciones equivocadas" para evitar dañar la cooperación bilateral.
Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, el pasado 20 de enero, en el centro de esa cooperación se encuentra un tercer país: Corea del Norte.
En su encuentro con el presidente de China, Xi Jinping, realizado a comienzo de abril en Florida, el mandatario estadounidense le solicitó ejercer su influencia sobre Pyongyang para lograr que renuncie a su controvertido programa nuclear.
En su momento, la reunión entre Trump y Xi resultó aparentemente fructífera, al punto que Trump anunció que desistiría de su promesa de campaña de denunciar a China por manipulación de su moneda.
En una entrevista con The Wall Street Journal, el presidente Trump dijo que su cambio de postura obedecía a que Pekín no había manipulado su moneda durante meses y a que no quería poner en riesgo el diálogo bilateral para enfrentar la amenaza de Corea del Norte.
La ruta del dinero
Paradójicamente, es también Pyongyang la causa que está detrás de las nuevas sanciones anunciadas por el Departamento del Tesoro.
"Vamos a seguir el dinero y vamos a desconectar (el flujo de) el dinero", dijo a los periodistas Mnuchin al anunciar las sanciones.
Según las autoridades estadounidenses, el Banco de Dandong ha servido como "un canal para actividades financieras ilícitas de Corea del Norte" y ha hecho posible "transacciones valoradas en millones de dólares a favor de compañías relacionadas con los programas de armas de destrucción masiva y de misiles balísticos" de Pyongyang.
El Departamento del Tesoro busca desconectar cualquier vínculo directo e indirecto que tenga ese banco chino con el sistema financiero de Estados Unidos, al punto que exigirá a las instituciones estadounidenses que extremen los controles en el exterior para evitar que el Banco de Dandong pueda acceder a través de organizaciones bancarias foráneas.
Las autoridades estadounidenses también impusieron sanciones a la compañía de transporte china Dalian Global Unity.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) estima que esta empresa transporta anualmente una carga de unas 700.000 toneladas, incluyendo carbón y productos de acero, entre China y Corea del Norte.
"De acuerdo con un informe de 2013 de un panel de expertos de la ONU sobre Corea del Norte, Dalian Global Unity estuvo implicada activamente en ocho casos de contrabando de bienes de lujo y se sospecha su participación en, al menos, otro caso", indicó el departamento del Tesoro en una nota de prensa sobre las sanciones.
"El intermediario de Dalian Global Unity dio instrucciones específicas acerca de cómo los cargamentos y las transacciones podían evadir la prohibición de la ONU sobre exportación de bienes de lujo (a Corea del Norte)", agregó.
Las autoridades estadounidenses también anunciaron sanciones contra dos ciudadanos chinos.
Uno de ellos es Sun Wei, a quien señalan por trabajar junto al Banco de Comercio Exterior, la principal institución para cambio de moneda extranjera de Corea del Norte, para establecer y gestionar una empresa fachada.
Desde 2013, el Banco de Comercio Exterior es objeto de sanciones por parte de Estados Unidos por considerar que facilitó transacciones en favor de la red vinculada al programa de armas de destrucción masiva de Pyongyang.
El segundo ciudadano sancionado se llama Li Hong Ri y está señalado por haber establecido varias compañías fachada usadas por Ri Song Hyok, un funcionario norcoreano residente en China, a quien las autoridades estadounidenses consideran responsable de haber establecido varias compañías fachadas para adquirir bienes y realizar operaciones financieras del gobierno de Kim Jong-un.
Un par de semanas antes del anuncio de las nuevas sanciones, Trump admitió que las acciones tomadas por China en relación con Corea del Norte no habían servido.
"Aunque aprecio mucho los esfuerzos del presidente Xi y de China para ayudar con Corea del Norte, no han funcionado. Al menos yo sé que China lo intentó", dijo el mandatario estadounidense en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter.
Falta por ver si las nuevas medidas del departamento del Tesoro estadounidense ayudan a frenar a Pyongyang o si, en su lugar, su efecto será dificultar la cooperación entre Washington y Pekín.