Por qué es polémica la Gran Represa del Renacimiento, faraónico proyecto que se construye en el Nilo
Muchos analistas han vaticinado que los conflictos en el futuro serán por el agua.
Y uno de ellos podría ocurrir antes de lo pensado. Especialmente en África y por su curso de agua más largo y famoso: el Nilo.
Todo se debe a la llamada Gran Represa del Renacimiento, que Etiopía está construyendo en ese río, considerado el más largo del mundo ?aunque el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística asegura que el más largo es el Amazonas?.
El proyecto de infraestructura podría causar el enfrentamiento entre Egipto y Sudán a menos que sus respectivos gobiernos lleguen a un acuerdo, como señala Alastair Leithead, corresponsal de la BBC en África.
Las tensiones llegaron a su máximo a principios de octubre, cuando el líder del gobierno egipcio, Abdul Fattah al Sisi, dijo que las conversaciones para lograr acuerdos entre los tres países se habían "estancado".
"Las negociaciones sobre la Gran Represa del Renacimiento se encuentran en un callejón sin salida", añadió el gobernante, quien pidió la intervención de gobiernos extranjeros para desatascar la situación.
Por esa razón, representantes de los tres países implicados se reunirán este miércoles en Washington con el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, después de que el gobierno de Donald Trump aceptara mediar para aligerar las tensiones.
Sin embargo, el vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores de Etiopía, Nebiyat Getachew, les dijo a varios medios locales que la reunión es un espacio para discutir, no una mediación.
Y eso debido a que Etiopía sostiene que la construcción de la represa no traerá ningún daño significativo a los países que hacen parte del cauce del río.
Señala además que se está construyendo "para estimular el crecimiento económico, sacar a su gente de la pobreza y promover la integridad regional".
Básicamente, Egipto señala que el llenado de la represa ?que puede tomar de dos a cinco años? puede dejarlos sin gran parte de los recursos hídricos que provee el Nilo.
Pero ¿en qué consiste esta enorme represa y por qué ha causado serias tensiones entre estos países?
La gran represa
Hace años que se empezó a hablar de hacer una represa en el río Nilo, pero cuando Etiopía comenzó a construirla, la Primavera Árabe estaba en marcha y Egipto estaba distraído.
"Egipto fue el regalo del Nilo", decían los faraones que veneraban al río como a un dios.
Por miles de años, y más recientemente alentado por el colonialismo británico, Egipto ha tenido gran influencia política sobre el Nilo.
Pero la idea de Etiopía lo está cambiando todo.
Es uno de los pocos países africanos con un plan para gestionar el aumento de la población del continente, que se espera se duplique durante los próximos 30 años.
Así, pese a sus desafíos políticos y a sus libertades limitadas, en Etiopía se están construyendo parques industriales como parte de sus planes para transformarse en una economía de ingresos medios, algo para lo cual necesita electricidad.
La Gran Represa del Renacimiento, que se espera estará terminada en 2021, se convertirá en la mayor estación de energía hidroeléctrica de África y una de las represas más grandes del mundo, pero dado que el 85% del cauce del Nilo se sitúa en las tierras altas de Etiopía, a Egipto le preocupa que su rival tenga la capacidad para controlar su flujo.
"Este es uno de los más importantes proyectos bandera para Etiopía", le dijo a la BBC en 2018 Seleshi Bekele, el ministro para el Agua, el Riego y la Electricidad de ese país.
"No se trata de controlar el flujo, sino de darnos la oportunidad de avanzar a través del desarrollo energético. Esto generará muchos beneficios para los países que se encuentran corriente abajo del río", agregó.
Y, ciertamente, Sudán lo agradece.
Controlar el flujo de agua
La Gran Represa del Renacimiento está apenas a unos kilómetros de la frontera y las torres de alta tensión ya están en su lugar, esperando a que se comience a transmitir la energía eléctrica económica y renovable.
La represas también regulan el flujo del río.
En estos momentos, la diferencia entre el nivel alto y bajo del agua en Sudán es de ocho metros, lo que dificulta el manejo de sus vastos proyectos de irrigación.
Con la represa en funcionamiento, esa diferencia será de dos metros y el fluido del río se mantendrá durante todo el año.
Soberanía y empleos
"Para Sudán es maravilloso. Es lo mejor que le ha pasado en mucho tiempo y ceo que la combinación de energía y niveles de agua que se mantienen regulares es una gran bendición", explicó Osama Daoud Abdellatif, propietario de la Dal Group, una corporación a cargo de granjas y de proyectos de irrigación.
Él entiende que Egipto esté preocupado, dado que la ONU predice que el país comenzará a sufrir por escasez de agua en 2025.
"El Nilo es el sustento de Egipto. Yo no diría que están paranoicos, sino que están muy inquietos por cualquier cosa que hagas con esa agua", señaló.
Cualquier amenaza al agua de Egipto es considerada como un peligro para su soberanía.
"Esto cambia el juego, un nuevo orden está comenzando en toda la región ahora", apuntó Rawia Tawfik, un académico egipcio que trabaja en el Instituto Alemán de Política de Desarrollo, un think tank con sede en Bonn.
"Por primera vez Etiopía combina tanto el poder físico de ser el país ubicado aguas arriba que puede de una u otra manera controlar el flujo del río Nilo y, al mismo tiempo, como la capacidad económica que le permite construir una represa utilizando sus propios recursos", explicó.
La situación ha molestado a varios funcionarios egipcios, especialmente al ministro de Recursos Hídricos e Irrigación de Egipto, Mohamed Abdel Aty.
"Somos responsables de una nación con unos 100 millones de habitantes. Si el agua que llega hasta Egipto se reduce un 2%, nosotros perderíamos unos 200.000 acres de tierra", dijo cuando comenzaron las negociaciones sobre el proyecto.
"Un solo acre permite sobrevivir, al menos, a una familia. En promedio las familias del país están formadas por cinco miembros. Eso quiere decir que un millón de personas se quedarán sin trabajo. Es un tema de seguridad internacional", aseguró.
Las estaciones de energía hidroeléctrica no consumen agua, pero la velocidad a la cual Etiopía llena su represa afectará el flujo hacia Egipto.
A ellos les gustaría que el agua estuviera generando electricidad lo más pronto posible, pero debería llevar tiempo llenar el reservorio, que será más grande que todo Londres.
Y es aquí donde parte toda la negociación: si la represa se llena en tres años el nivel del río se verá afectado, pero en un plazo de seis o siete años no tendrá un mayor impacto en el nivel del agua.
Difícil acuerdo
Las negociaciones entre Egipto, Etiopía y Sudán sobre el tema no van nada bien.
Después de casi un año de discusiones, en las que se conversó sobre el impacto de la represa y el llenado de la misma, a principios de octubre, Egipto señaló que no se habían hechos muchos adelantos.
Algo que ya había avisado durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre, donde el presidente Al Sisi anotó que "jamás" permitiría que Etiopía imponga "una situación de hecho" al llenar el embalse sin un acuerdo entre los dos países.
Sudán y Egipto también están en desacuerdo sobre cuánta agua usa Sudán y sobre cómo esa cantidad puede incrementarse cuando la represa esté terminada.
La ironía es que Egipto hizo en la década de 1960 exactamente lo que Etiopía está haciendo ahora, cuando construyó la represa de Asuán.
Para un país revolucionario poscolonial era un motivo de orgullo nacional y Etiopía lo ve de la misma forma.
Etiopía quiere pagar por este proyecto con sus propios fondos, sin acudir a la ayuda internacional.
Los funcionarios del gobierno están entregando un mes de su salario anual para el proyecto y no todos están contentos por ello.
También hay una lotería para financiar la represa y el gobierno ha puesto a la venta bonos.
La represa es impresionante. Tras seis años de trabajo, un costo aproximado de US$5.000 millones, las obras ya alcanzan un 70%.
Por lo pronto, no hay nada que Egipto pueda hacer al respecto, más allá del diálogo o recurrir a la fuerza militar, lo que sería una acción extrema.
Esa es la razón por la cual la diplomacia y la colaboración son los únicos medios para resolver este asunto.
Pero cuando se tocan temas como el nacionalismo, la fuerza relativa y la importancia de los países, las aguas se enlodan.
La primera guerra en el mundo por causa del agua puede evitarse en el Nilo, lo que incluso podría llegar a ser un ejemplo de cómo resolver desacuerdos complejos sobre este recurso natural.
Pero lograrlo requerirá muchos más esfuerzos para encauzar un acuerdo entre Etiopía, Sudán y Egipto, con la mediación de EE.UU.