Muertos, heridos, desaparecidos, detenidos y numerosos condenados por terrorismo. Esas han sido las consecuencias en Nicaragua de cerca de seis meses de protestas en contra del gobierno presidente Daniel Ortega.
Ahora las autoridades nicaragüenses han prohibido cualquier tipo de manifestación sin autorización previa.
Esto, sin embargo, no ha logrado acabar con la ola de protestas que empezó en abril pasado y que el gobierno nicaragüense considera un intento de golpe de Estado.
Esta semana una barra de lápiz labial se convirtió en la nueva e inesperada arma de quienes exigen la salida de Ortega.
En las redes sociales, numerosas mujeres y hombres están compartiendo fotos en las que aparecen con los labios pintados.
#SoyDelPicoRojo, proclaman orgullosos y retadores, utilizando el nombre coloquial con el que los nicaragüenses se refieren a la boca.
Y, a menudo, la imagen va acompañada de un llamado a la liberación de "los presos políticos" o de la etiqueta #SOSNicaragua.