Es una situación que nunca antes se había producido en Perú.
Cuando faltan poco más de tres semanas para la toma de posesión del nuevo gobierno, todavía no se sabe quién ocupará la presidencia de la República.
Este martes se cumplió exactamente un mes desde que los ciudadanos acudieron a votar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y tres semanas desde que finalizó el conteo de votos que otorgó al candidato de Perú Libre, Pedro Castillo, una ventaja de 44.058 votos sobre la aspirante de Fuerza Popular, Keiko Fujimori.
Y, sin embargo, los peruanos siguen a la espera.
¿Cómo se explica esto? Básicamente, por los retrasos derivados del proceso de impugnaciones.
Tres días después de las votaciones, cuando el conteo de los sufragios aún no llegaba a su fin, Fujimori anunció que su partido había solicitado la nulidad de unas 800 actas, que representaban unos 200.000 votos.
La petición, aseguraba, se basaba en el hallazgo de "indicios de fraude".
De acuerdo con la web Ojo Público, Fuerza Popular introdujo en total 945 solicitudes de nulidad.
"En el cronograma electoral no hay un plazo para proclamar pero, en realidad, nunca nos habíamos encontrado en una situación como la de ahora, que es inédita, donde hay como 1.000 pedidos de nulidad que han retrasado la proclamación", le dice a BBC Mundo José Manuel Villalobos, director ejecutivo del Instituto Peruano de Derecho Electoral.
Explica que todas esas solicitudes fueron rechazadas por los jurados electorales especiales (JEE), que son las autoridades de cada circuito regional en esta materia.
Entonces, ¿qué es lo que hace falta para que Perú tenga un nuevo presidente?
Hacia una decisión definitiva
Fuerza Popular apeló muchas de estas decisiones que ahora se encuentran en manos del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), máxima autoridad electoral del país.
"Están pendientes de resolver las más de 200 apelaciones que habían sido declaradas improcedentes en primera instancia. Una vez que concluya eso, las resoluciones serán devueltas a los jurados electorales especiales para que éstos a su vez realicen la proclamación de resultados descentralizada. Luego el JNE las consolida en una sola y proclama los resultados oficiales y a quien ha ganado las elecciones", indica Villalobos.
Explica que el órgano electoral ya ha revisado las 70 u 80 apelaciones en las que se había producido un pronunciamiento sobre el fondo y que lo que queda pendiente son casos que habían sido declarados improcedentes por errores de forma como haber sido presentados de manera extemporánea o no haber cumplido con el pago de las tasas exigidas.
De acuerdo con Ojo Público, solamente 135 de las 945 solicitudes de nulidad solicitadas por Fuerza Popular fueron presentadas dentro del plazo reglamentario.
Villalobos destaca que en primera instancia todas las solicitudes de nulidad fueron rechazadas y que hasta ahora, durante la apelación, el JNE ha ido confirmando esas decisiones.
"No se le está dando la razón a Fuerza Popular en ninguno de los pedidos de nulidad", dice.
Aunque algunos ciudadanos en Perú puedan sentirse preocupados por el hecho de que aún no haya un ganador oficial ante la cercanía del 28 de julio, cuando debe producirse el cambio de gobierno, Villalobos asegura que ya el JNE anunció que prevé haber terminado este trabajo y haber proclamado al ganador para mediados de julio.
De acuerdo con una nota de prensa del JNE, hasta el pasado 30 de junio ya 27 de los 60 jurados especiales electorales habían proclamado sus resultados oficiales.
"Una vez que sale la proclamación del JNE, se entrega la credencial al presidente y al vicepresidente y ya quedan habilitados para jurar y asumir el cargo el 28 de julio", apunta Villalobos.
Advierte que ese paso ya sería definitivo pues no hay otra instancia a la cual acudir más allá del JNE.
"Podrían ir a la justicia ordinaria vía amparos, pero ya el Tribunal Constitucional ha señalado que los amparos no pueden variar el cronograma electoral. Es decir, realizada la proclamación ya no puede darse vuelta atrás", concluye.